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De la nueva pelea entre el excongresista Rubén Darío Rodríguez y el alcalde de Ibagué, Luis H. Rodríguez, por su presunta intervención en política a favor del candidato Jhon Esper Toledo, hay algo que no se ha contado.
Detrás del `telón´ hay una historia de promesas incumplidas y respaldos condicionados. El exalcalde Liberal habría prometido respaldar la aspiración de Jhon Esper Toledo y a cambio le aumentaban su participación burocrática en la Alcaldía de Ibagué.
Este acuerdo político se habría concretado a medidos del 2014. De esa ‘armonía’ política hay nombramientos que confirmarían la alianza y fotografías del momento en el que Rubén Darío fue ‘toledista’.
El exalcalde Liberal decía -por esos días- que le interesaba ser candidato a la Gobernación del Tolima y no a la Alcaldía de Ibagué, por eso Toledo no lo veía como una amenaza. Pero siete meses después el panorama cambió. Ahora ambos se disputan el aval del partido rojo.
“Rubén Darío quiso comerse la mermelada, quedarse con los puestos, y que la Alcaldía no reaccionara. Por eso le sacaron la gente. Era lo mínimo”, dijo una fuente de la administración.
El excongresista y dos veces alcalde de Ibagué fortaleció en 2014 su presencia en el gabinete municipal. Posesionaron a su amigo de toda la vida, Gustavo Hernández Guzmán, como secretario de Gobierno, y logró la vinculación de Andrés Fabián Hurtado, otro de sus protegidos, en la dirección de Planeación del IBAL.
Otra fuente de la Alcaldía de Ibagué reveló que éste último nombramiento, el de Hurtado, generó resistencia en el Gobierno por el escándalo que protagonizó como administrador del Aeropuerto Perales. Él fue separado del cargo por permitir la utilización de la pista para competencias automovilísticas.
Pese a esto, tuvieron que cumplirle a Rubén Darío porque “los compromisos son compromisos”. Hurtado se posesionó en agosto. (Vea la posesión de Andrés Hurtado)
Además, le autorizaron más de 130 contratos en la secretarías Hacienda, Planeación, Gobierno, Infibagué, IBAL, Apoyo a la Gestión y Bienestar Social.
Una de las beneficiadas con estos contratos fue su esposa Martha Villareal, quien estuvo hasta noviembre vinculada a la secretaría de Hacienda de Ibagué.
Ahora, a desfilar en la Procuraduría
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La ruptura política o burocrática de Rubén Darío Rodríguez y el alcalde Luis H. Rodríguez llegará a la Procuraduría General de la Nación.
La información de los medios de comunicación, grabaciones, recortes de prensa escrita, fotografías y otras piezas periodísticas servirán de insumo para este proceso que abrió ya el Ministerio Público. Seguramente analizarán las fechas de las publicaciones y las coincidencias de los nombramientos, que podrían probar estos pactos políticos en la Alcaldía de Ibagué.
