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Para diseñar el morral, cuatro estudiantes de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) adelantaron una serie de entrevistas con cerca de 15 mujeres que llevan domicilios en bicicleta.
“Vimos la necesidad de diseñar un morral más pequeño con capacidad de expandirse para llevar productos como comida rápida, medicamentos, bebidas frías y calientes, implementos de aseo, e incluso artículos para el hogar”, explica Dubán Vargas.
Pese a la drástica reducción de su tamaño, el morral tiene aditamentos que facilitan transportar, por ejemplo, una pizza, gracias a una estructura conformada por una plataforma removible y una serie de tres sujetadores ajustables a tamaños de cajas pequeñas, medianas, grandes y extragrandes.
“Para llevar una pizza, lo único que debe hacer la usuaria es sacar el dispositivo del morral, fijarlo a un sistema de velcro y acomodar la base; no se requiere un morral del tamaño de la pizza para transportarla”, afirma Julián David Otálora.
“Usamos elementos impermeables que se pueden limpiar fácilmente en caso de derrame de los líquidos transportados”, comenta Felipe Rojas, quien además destaca que el morral tiene un material térmico que permite preservar la temperatura de los distintos envíos hasta por 40 minutos.
Gracias al sistema de expansión implementado en la parte inferior del morral, basta con que la usuaria abra una cremallera alrededor de la estructura para contar con un espacio de almacenamiento adicional.
Además de que la estructura interior del morral permite organizar los productos en compartimentos pequeños, el diseño también contempla un espacio en la parte superior para que la usuaria guarde sus objetos personales: billetera, documentos personales y teléfono celular, entre otros.
El morral también tiene bolsillos laterales para llevar el datáfono o el impermeable, y un bolsillo auxiliar en una de las cargaderas para sacar fácilmente el celular.
El sistema de elásticos en la parte inferior permite transportar hasta ocho botellas de 1,5 litros y hasta tres de 3 litros.
Durable y reflectivo
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A diferencia de otros morrales de su tipo, cuya vida útil estimada es de tres a cuatro meses, el diseñado en la U.N. podría durar hasta año y medio, gracias a la calidad de los materiales.
Con el fin de incrementar la visibilidad durante los trayectos nocturnos también se seleccionó un color gris con características reflectivas para el revestimiento exterior.
“El gris, además de ser reflectivo, se ensucia menos que otros colores, así que además de contar con la aprobación de las biciusuarias resultó muy llamativo para los hombres que hacen domicilios”, subraya Andrés Felipe Mellizo.
Con un precio comercial de $65.000, el morral diseñado en la U.N. busca ser una alternativa que ofrece mayores ventajas competitivas y con una inversión mucho menor a la que ofrece actualmente el mercado de estos implementos.
Fuente: Unimedios.
