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La presencia de más de 50 personas de la comunidad indígena Amoyá-Virginia en un predio del Parque Nacional Las Hermosas, ubicado en el municipio de Chaparral, tiene preocupada a la Corporación Autónoma del Tolima, Cortolima.
De acuerdo con la autoridad ambiental, la presencia de ganado en humedales, la preparación de suelos para posibles cultivos, la tala indiscriminada de árboles y las actividades de cacería que estaría realizando este grupo indígena ponen en peligro este ecosistema, en el que hay fauna y flora en estado crítico y de vulnerabilidad.
El predio, denominado “La Floresta”, cuenta con una extensión de más de 4.700 hectáreas y es de gran importancia por su oferta hídrica, biodiversidad, fauna y flora propia de este ecosistema, como los bosques de alto andino y las zonas de palma.
Ante esta situación, Cortolima manifestó su rechazo frente a la ocupación indebida de este espacio, toda vez que es preocupante el daño que se está haciendo al medio ambiente.
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“Nosotros de manera inmediata articulamos una reunión con la unidad de Parques Nacionales Naturales porque se deben tomar las acciones pertinentes, hay que hacer un llamado de atención al Incoder, para que de manera organizada podamos hablar con estas comunidades», expresó Fernando Torres, subdirector de desarrollo ambiental de Cortolima.
Asimismo, dijo que la comunidad debe entender que se está ubicando en un predio público, y que, como el terreno hace parte del Parque Nacional Natural ‘Las Hermosas’, «es una zona donde el ser humano no debe hacer presencia, menos con presencia de ganado, de cultivos y actividades que generan un deterioro al ecosistema».
Este lote había sido cedido por el Incoder en liquidación a Cortolima, en el año 2013, con el objetivo de conservar, preservar y recuperar los ecosistemas, zonas de recarga hídrica e importancia ambiental en la parte alta de la cuenca del río Saldaña y el río Amoya.
