Luego de que EL OLFATO dio a conocer que Augusto Ocampo, el zar Anticorrupción de Ibagué, resultó beneficiado con un contrato en la Personería Municipal este año, el jefe de este órgano de control, Camilo Ossa, aseguró que dicha situación ya fue denunciada ante la Procuraduría Provincial y la Contraloría. (Ver: Los favores para el zar anticorrupción de Ibagué)
«Fueron contratos que realizó el expersonero Juan Felipe Arbeláez. En un deber de responsabilidad con la entidad y la ciudadanía nosotros denunciamos ante la Procuraduría éste y muchos otros hechos que encontramos de la anterior administración. Son situaciones que ya están en conocimiento de la Procuraduría Provincial desde el mes de junio», afirmó Ossa.
También informó que muchas de las actividades que realizó Ocampo no se necesitaban en la Personería, razón por la que el contrato no le fue renovado cuando culminó.
«Demostramos hoy en día que estamos con menos haciendo mucho más. Esperemos que los órganos de control que tienen competencia realicen las investigaciones correspondientes», afirmó el jefe del Ministerio Público.
Señaló que también le solicitó al contralor de Ibagué, Ariel Augusto Medina, que adelante las respectivas indagaciones sobre este proceso contractual.
«Fue un favor y un llamado especial que yo le pedí al actual Contralor, en el sentido de que entrara a revisar este tema porque es muy importante que la ciudadanía conozca cómo fue que nosotros encontramos la Personería, para poder también demostrar cómo es que la vamos a entregar haciendo un manejo transparente de los recursos públicos», dijo el Personero.
Además, confirmó que dicho contrato, que tenía como fin asesorar «a la dirección administrativa y financiera de la Personería de Ibagué durante la vigencia 2018”, sí fue ejecutado por Augusto Ocampo, quien recibió honorarios mensuales por $3’200.000. (Ver: 88 millones en contratos recibieron el zar anticorrupción, su hija y su novia en la Alcaldía de Ibagué)
«Como el contrato ya estaba firmado cuando yo llegué y estábamos en ley de garantías, la única opción que nos quedaba era la ejecución del mismo. Entonces solicitamos un estricto seguimiento para que se cumplieran las actividades pactadas entre el doctor Arbeález y el zar Anticorrupción en su momento», precisó Ossa.
«Él entregó informes de actividades que se le estaban solicitando. Se le comenzaron a solicitar conceptos sobre viabilidad jurídica que necesitaba la entidad, todo debidamente verificado por parte de la funcionaria a la que le delegué esa función. El contrato terminó a los seis meses de haberse iniciado», agregó el jefe del órgano de control.