La campaña de Germán Vargas Lleras puso a funcionar la ‘maquinaria’ oficial en el Tolima para asegurar las 386.148 firmas que necesita para inscribir su candidatura presidencial.
ELOLFATO.COM pudo confirmar que a los contratistas de la Gobernación del Tolima, de todas las secretarías e institutos descentralizados, les entregaron 10 formularios -a cada uno- para recogerle firmas al exvicepresidente y precandidato presidencial.
Cinco contratistas, que no se conocen entre sí, le dijeron a esta redacción que desde el pasado mes de agosto sus jefes inmediatos les pidieron que colaboraran con «esta tarea», eso sí con mucha prudencia.
«Los que nos entregaron los formularios fueron mandos medios, pero la orden venía de arriba«, dijo uno de los contratistas, quien -obviamente- pidió no ser identificado.
La misión, afirmó otra de la fuentes, no fue fácil «porque la gente no quiere a Vargas Lleras». Esa misma impresión la tuvieron decenas de contratistas y los promotores a la campaña debieron implementar una estrategia muy común en la política colombiana.
Incentivos económicos
«Como la recolección de firmas no iba bien nos autorizaron unos cupos para que cumpliéramos«, aseguró otro contratista.
Los cupos a los que se refiere la fuente era un incentivo económico que les entregaron a los amigos y familiares de los contratistas que participaron en el proceso.
«Por cinco planillas, cada una de 15 firmas, pagábamos $30.000. Podíamos contratar hasta ocho personas. La plata nos la daban allá (en la Gobernación)», señaló.
«Con los cupos, yo creo, que se recogieron más de 10.000 firmas. Supe que esos formularios se los entregaron a una señora que no es de la Gobernación. Ella se fue hoy (ayer lunes festivo) para Bogotá con las firmas«, remató.
¿Por qué la Gobernación está trabajando para Vargas Lleras?
Óscar Barreto no recibió el apoyo del partido Cambio Radical en las pasadas elecciones regionales de 2015, y en el primer año de su gobierno hubo un visible distanciamiento con los alcaldes de esa organización política.
Pero en marzo de este año, una vez la Fiscalía General de la Nación le imputó varios delitos al Gobernador, las relaciones políticas con Cambio Radical mejoraron sustancialmente.
Barreto decidió atender, por primera vez desde que estaba en el cargo, a los alcaldes de Honda, Juan Guillermo Beltrán; del Líbano, Germán Castellanos, y de El Espinal, Mauricio Ortiz.
Lo hizo una semana después de que un magistrado del Tribunal Superior de Bogotá se abstuvo de ordenar su detención, dentro de la investigación que adelanta la Fiscalía por la celebración de un convenio con la Secretaría Ejecutiva del Convenio Andrés Bello. (Ver: El ‘Cambio Radical’ del gobernador Óscar Barreto)
De ahí en adelante, el ‘Vargallerismo’ se acercó más a la Gobernación a través del exdirector de la Aeronáutica Civil Alfredo Bocanegra, una de las fichas fuertes de la campaña de Germán Vargas en el Tolima.