La Contraloría del Tolima se lavó las manos frente a uno de los puntos clave del desfalco del Hospital Veterinario de la Universidad del Tolima: el giro de $765’759.078 que salió de la UT a una cuenta personal del ingeniero Jorge Eduardo Borgogno. El órgano de control señaló que la investigación por este hecho es competencia de la Fiscalía, no de la Contraloría.
“Este órgano de control no puede pronunciarse respecto a los giros irregulares que realizó la Universidad del Tolima, representante legal del Consorcio, pues si bien es cierto se giró a una cuenta particular, no se puede deducir ni hablar de un presunto detrimento patrimonial, sino de una conducta ilícita cometida, por lo que es competencia de la Fiscalía General de la Nación y de la Procuraduría General de la Nación”, señala la respuesta a la acción de tutela interpuesta por el ingeniero William Cardona Olmos, exsocio de Borgogno. (Ver documento)
De igual manera, tras casi cuatro años de este escándalo, la Contraloría explicó en ese documento que “estableció un equipo auditor que se encargará de pronunciarse sobre la calidad y cantidad de ítems que se han cancelado por parte de la Universidad del Tolima, así como del cumplimiento del objeto contractual del contrato de obra”, el cual entregará su informe hasta el próximo 10 de julio de 2018. (Ver: Juez ordena al Contralor del Tolima entregar resultados de investigación por desfalco del Hospital Veterinario)
Esta obra que se contrató el 13 de agosto de 2014 por $6.139 millones, quedó inconclusa debido a los múltiples enfrentamientos que se presentaron entre los ingenieros William Cardona, Jorge Borgogno y Renne López, integrantes del consorcio CLB 2014 que tenía a su cargo la construcción del Hospital.
Desde entonces, la Contraloría está investigando lo sucedido para establecer las responsabilidades en el desfalco. Sin embargo, los avances han sido pocos. Por ello, el ingeniero William Cardona interpuso un derecho de petición solicitando se le informaran los avances de la investigación basada en su denuncia, a la cual corresponde esta respuesta de la Contraloría. (Ver: Hospital Veterinario de la UT, el ‘elefante blanco’ que se quedó en el olvido)