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Durante los más de siete meses que lleva Diego Mauricio Visash Yepes como Contralor encargado de Ibagué, los resultados del ente de control en temas de corrupción no han sido los esperados, posiblemente porque los 24 viajes que ha realizado durante el 2016 le han quitado mucho tiempo.
Visash Yepes, el funcionario que supuestamente debe velar por el buen uso de los recursos públicos del Municipio, estuvo un total de 62 días por fuera de la ciudad viaticando con dineros de la Contraloría de Ibagué. En otras palabras, el Contralor encargado solo trabajó durante cinco de los siete meses que lleva en el cargo.
Además de los $32.858.070 que se gastó Visash Yepes realizando 17 viajes entre abril y agosto, el Contralor encargado hizo otros seis viajes entre el primero de septiembre y el 30 de noviembre, todos ellos por un valor de $13’604.350. (Ver: Contralor (e) de Ibagué justifica los $32 millones de viáticos que ha recibido en cuatro meses)
Así las cosas, la totalidad de los viajes realizados por Visash Yepes le han costado $46’462.420 a los ibaguereños, mucho más de lo que se gastó su antecesor, Edwin Riaño, durante la vigencia 2012, quien destinó recursos por $38 millones para realizar 33 viajes.
Algunos de los destinos visitados por Visash Yepes entre los meses de septiembre y noviembre son ciudades como Bogotá, Leticia, Medellín, Armenia y Neiva. (Ver: Desde el Amazonas, Contralor (e) de Ibagué sigue defendiendo sus viajes por Colombia)
De tal modo, con el poco tiempo que pasó el señor Visash Yepes en la Contraloría Municipal se explica por qué uno de los resultados más «importantes» de dicho ente de control durante este año fue la sanción de $7 millones que le fue impuesta al exalcalde Luis H. Rodríguez. (Ver: Luis H. pagará sanción de la Contraloría en cuotas de $74.100 mensuales, durante cinco años)
Los destinos de Visash
A pesar de que el número de viajes hechos por Visash es alto, el funcionario tuvo preferencia al momento de escoger los destinos que visitaría. Por ejemplo, el Contralor encargado fue ocho veces a Bogotá a eventos organizados por la Auditoría General de la República, así como a congresos y talleres organizados por entidades privadas.
El segundo destino predilecto de Visash Yepes fue Neiva, una ciudad que visitó para acudir a eventos como «conversatorios virtuales» y asesorías de control fiscal organizadas por la Auditoría General. (Ver: Contralor (e) de Ibagué tuvo que devolver $4 millones de un viaje que no tenía que ver con sus funciones)
De igual modo, Visash Yepes visitó en dos ocasiones la ciudad de Medellín y fue en una ocasión a Cartagena Pereira, Líbano, Popayán, Tunja, Chaparral, Montería, Leticia y Armenia.
Viajes polémicos
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2 de junio de 2016: Viaje a Cartagena para participar como conferencista en un evento organizado por las Fuerzas Militares de Colombia. Esta salida costó $4’139.349, pero el Contralor Visash decidió devolver esos recursos para «evitar suspicacias». (Ver: Contralor (e) de Ibagué tuvo que devolver $4 millones de un viaje que no tenía que ver con sus funciones)
20 de junio de 2016: En esta ocasión, Visash Yepes realizó un viaje de dos días a Neiva para acudir a una asesoría que brindaría la Auditoría General de la República. Esta salida le costó a los ibaguereños un total de $1’002.913.
26 de julio de 2016: Viaje a Neiva para acudir al «conversatorio virtual con el abogado Álvaro Hernández Vásquez». Es decir, Visash Yepes en lugar de pedir una conexión vía internet, se gastó $534.304 para asistir a una videoconferencia.
Además de ello, el Contralor encargado de Ibagué asistió a tres capacitaciones organizadas por la firma privada F&C Consultores, una compañía bogotana que ofrece talleres para servidores públicos. En dichos seminarios, Visash Yepes se gastó $7’506.293, más de lo que costarían dos semestres de un programa de maestría en una universidad pública del país.
Por todo ello, resta esperar a que la Procuraduría Regional del Tolima y la Auditoría General de la República determinen si los costosos viajes del señor Diego Mauricio Visash Yepes eran necesarios o si se trató de un derroche de recursos públicos por parte de un funcionario que llegó por azar a la Contraloría Municipal de Ibagué.
