El rector de la Universidad del Tolima, José Herman Muñoz, reconoció que el consumo de sustancias psicoactivas dentro del campus “se nos está saliendo de las manos”. Pues no sólo deben estar pendientes de sus estudiantes, sino de personas ajenas que llegan al campus a consumir, y que en la mayoría de los casos, son quienes se encargan de expender las drogas.
Según un estudio realizado por la oficina de bienestar universitario, el 40% de los estudiantes de primer semestre han consumido al menos una vez en su vida algún tipo de alucinógeno. Y, un 20 por ciento lo realizó en el último año. “Esto quiere decir que son jóvenes que ya llegan consumidores”, explicó el rector.
El funcionario insistió en la idea en que “una universidad no debe ser espacio para que haya distribución de sustancias psicoactivas (…). No debe ser tierra de libre albedrío para que vaya a consumir allá cualquier persona”, dijo.
Para Muñoz, el problema va más allá del consumo. Tiene que ver también con las redes de microtráfico que se tejen alrededor de éste. “Creo, hay que discutir con los estudiantes cuando se hace parte de esas redes, qué reivindicación social está apoyando uno”, cuestionó.
Por eso, no intentó ocultar que el consumo de drogas “se está saliendo de las manos, pero nosotros debemos reconocer que tenemos población consumidora –aseguró Muñoz–, y con ellos debemos trabajar, no con las personas que nada tienen que ver con la universidad”.
El debate entre consumidores y no consumidores
“Es compleja la situación, porque involucra una serie de derechos que se deben tener en cuenta de las personas que consumen, así como de quienes no lo hacen”, aclaró Muñoz.
Muchos estudiantes, profesores y administrativos se quejan, porque los olores, especialmente de marihuana, llegan hasta sus lugares de trabajo y, en ocasiones, impiden que algunas actividades académicas se puedan llevar a cabo.
“Los muchachos tiene que ser conscientes que están afectando a gente que no es consumidora, y los no consumidores también deben comprender que detrás de todo joven que lo hace hay un problema”, sostuvo.
Sin duda, este tema siempre ha sido causa de numerosos debates al interior de la institución, tanto entre los directivos, como entre los mismos estudiantes consumidores y no consumidores. Por tal motivo, la universidad realizará un foro al que invitará a estudiantes, padres de familia, profesores y expertos a hablar del tema.
"Suministro de dosis mínima podría funcionar"
El rector llamó la atención sobre la experiencia de la Universidad Pedagógica de Bogotá, que con ayuda del distrito trabajó en un programa sobre la prevención y control del consumo, e implementó medidas como el suministro a algunos de sus estudiantes.
“La Universidad Pedagógica le suministra la dosis mínima a los estudiantes que se reconozcan como consumidores, cuándo eso se hace, se le pone freno al microtráfico. (…) Yo creo que esa experiencia es muy viable, y podría funcionar en la universidad del Tolima”, expuso.
Aunque el mismo rector reconoce que esta alternativa puede resultar polémica, defiende su postura argumentado que "esta sociedad es muy timorata, no dice nada sobre el consumo de alcohol, frente al hecho que hayan muchas ventas de licor cerca de las universidades. Está demostrado que el problema que genera el alcohol es mayor al de la marihuana", concluyó.