El consumo de tabaco en la adolescencia puede aumentar el riesgo de paranoia, según un estudio llevado a cabo por investigadores estadounidenses, publicado en el ‘Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry’.
Ahora bien, los expertos han encontrado que la coexistencia de paranoia con el uso del tabaco se explica en gran medida por influencias genéticas.
«Si bien los vínculos entre drogas como el cannabis, la paranoia y las alucinaciones se han informado anteriormente, se sabe mucho menos sobre la relación entre el consumo de tabaco y los problemas de salud mental. En particular, no sabemos realmente por qué el consumo de tabaco y los problemas de salud mental ocurren con frecuencia», han dicho los expertos.
Además, los investigadores han comentado que el consumo de tabaco es hasta cierto punto hereditario y que algunas de las mismas influencias genéticas también desempeñan un papel en el sentimiento paranoico.
En concreto, y tras analizar a 3.700 gemelos, los expertos han comprobado que la frecuencia del consumo de cigarrillos en adolescentes estaba asociada con experiencias como la paranoia.
De hecho, estas asociaciones se mantuvieron incluso después de explicar otros posibles factores como el género, el estado socioeconómico, el consumo de cannabis, el tabaquismo materno prenatal, los trastornos del sueño y los acontecimientos estresantes de la vida.