En una decisión histórica, la Sala Plena del Consejo de Estado decidió tumbar la reelección de Alejandro Ordóñez Maldonado como Procurador General de la Nación. Con 14 votos a favor, el alto tribunal aceptó que se presentaron graves fallas en la postulación y elección de Ordóñez como jefe del Ministerio Público.
Después de seis meses de estudio, el Consejo de Estado aceptó los planteamientos presentados por la magistrada Rocío Araujo, quien argumentaba que la figura de la reelección del Procurador General no existe ni en la Constitución Política de 1991 ni en la ley, motivo por el cual Ordóñez no podía aspirar a un segundo periodo al mando del Ministerio Público.
De igual modo, la Sala Plena consideró que existió una falla en la postulación de Ordóñez como candidato por parte de la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia, ya que no se aceptó el impedimento presentado por tres magistrados que argumentaron que existía un conflicto de intereses porque Ordóñez tenía familiares al interior de la Procuraduría.
El camino del proceso
Este proceso comenzó en enero del año 2013, cuando 10 abogados presentaron una demanda de nulidad en contra de la reelección de Ordóñez.
El principal argumento de la demanda consistía en que, cuando el Congreso debía votar para elegir al Procurador en 2012, se presentaron 28 recusaciones y 39 impedimentos por parte de congresistas que tenían familiares trabajando en el Ministerio Público. Además, la tutela expresó que 59 de los congresistas que votaron por la reelección tenían conflicto de intereses.
De igual modo, en julio del 2014, el magistrado Marco Antonio Velilla solicitó que el tema se discutiera en la Sala Plena del Consejo de Estado. En esa instancia, surgieron otros impedimentos, aclaraciones de voto, memoriales de defensa y solicitudes de nulidad.
A las demoras que se presentaron dentro del proceso, hay que sumarle los constantes cambios de los magistrados que terminaban con sus periodos.
Con Araujo como magistrada ponente quedó anunciada la ponencia en contra de la reelección del procurador. La abogada rosarista, que terminó escogida tras una reñida elección con un delegado de la Procuraduría, empezó un lento itinerario, que incluyó la pérdida de un material clave de estudio, hasta configurar la ponencia de 250 páginas que en esencia plantea que Ordóñez fue reelegido de manera irregular, pues ni siquiera era viable.
Ahora, con la nulidad de la reelección, solo resta definir cuál será el futuro de Ordóñez, no como procurador, sino como candidato presidencial o como opositor al proceso de paz.