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La rabia es una enfermedad transmitida por la mordedura de animales de sangre caliente, situación que pone en riesgo la salud de las personas que interactúan con este tipo de animales.
El cuidado de las mascotas va más allá de la alimentación. La vacunación y la prevención que se debe tener con los animales que hay en los hogares es importante para una sana convivencia.
La subdirectora de Salud Ambiental, Adriana Estrada, habló sobre las medidas de prevención y vigilancia que se deben tomar frente a estos casos.
“En Colombia se presentan dos ciclos de la rabia: uno urbano, cuyo principal transmisor es el perro, y un ciclo silvestre, cuyo principal transmisor es el murciélago, principal reservorio que transmite la enfermedad a otras especies animales (vacas, caballos, cerdos, ovejas, gatos y accidentalmente a personas). Por lo tanto, toda persona agredida por perro, gato, murciélago, zorro o por animales de producción debe acudir al servicio de salud más cercano para su valoración y tratamiento por el servicio de urgencias”, indicó la funcionaria.
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Asimismo, subrayó que es necesario que los dueños de mascotas tengan una tenencia responsable de las mismas y dio las siguientes recomendaciones:
• Vacunar a perros y gatos contra la rabia a partir de los tres meses de edad y revacunarlo anualmente. Las secretarías municipales de salud la aplican totalmente gratis.
• Reportar a la oficina de salud ambiental de la secretaría de salud del municipio todo animal de sangre caliente con cuadro neurológico compatible con rabia.
• Acudir al servicio de salud más cercano en caso de agresión (mordisco, arañazo) para la valoración por el servicio de urgencias, y lavar la herida con abundante agua y jabón.
• Brindar afecto y bienestar a los animales de compañía (perro o gato) y de producción (bovinos, equinos, porcinos, ovinos). Sacar al perro con collar y bozal y no permitir que deambule libremente por espacio público.
