Un sepelio simbólico de Ibagué, en el que habrá ataúdes, coronas fúnebres y decenas de comerciantes con camisetas negras, se llevará a cabo el próximo lunes 3 de diciembre, entre las 8:00 y las 10:00 de la mañana, en el parque Manuel Murillo Toro.
De esta forma, un amplio grupo de comerciantes -grandes, medianos y pequeños- decidió expresar públicamente su preocupación «por las medidas arbitrarias» de la Alcaldía de Ibagué, y que están provocando el cierre masivo de establecimientos formales, como ocurrió reciente con un local de la cadena Mercacentro, uno de los grandes generadores de empleo en la ciudad. (Ver: Vecino inconforme hizo cerrar el supermercado Mercacentro de la calle 37)
La idea original era realizar el plantón en la Plaza de Bolívar, frente al despacho del alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, pero su administración se negó a entregar el permiso y buscaría, a toda costa, torpedear la manifestación, reveló Andrés Sierra, miembro de la junta directiva de la Cámara de Comercio de Ibagué y uno de los promotores de la protesta.
Asimismo, dijo que los comerciantes rechazan las «amenazas» tributarias de este gobierno y la constante violencia verbal del mandatario, quien ha dicho que en Ibagué hay más especuladores que empresarios. (Ver: Jaramillo anuncia que los ibaguereños van a «chillar» con el nuevo paquete de impuestos en 2019)
«Pero no solo insulta públicamente a las personas que generan empleo, también lo hace con sus subalternos. Hace unos días dijo que el gerente del Ibal era un pichón sin plumas, que estaba recién posesionado y ya tenía tarjeta amarilla. Esa hostilidad no genera un ambiente propicio para el desarrollo económico de la ciudad. ¿Usted cree que los inversionistas foráneos no leen esas noticias? ¿Qué clase de alcalde tiene Ibagué, que no mide sus palabras ni sus actuaciones?», expresó Sierra. (Ver: Jaramillo descalifica públicamente al gerente del Ibal: le dice «pichón» y revela que ya tiene tarjeta amarilla)
Dijo que han pasado tres años de esta administración y los indicadores económicos son muy negativos, prueba de ello es el reciente informe del Dane que deja a Ibagué como la tercera ciudad con los índices más altos de desocupación, apenas superada por Cúcuta y Quibdó, dos capitales que afrontan condiciones especiales, por la migración masiva de venezolanos y la pobreza histórica del pacífico colombiano.
Andrés Sierra explicó que esta protesta pacífica fue el último recurso que encontraron para expresarle a la administración del alcalde Jaramillo el inconformismo que hay en la ciudad por su comportamiento «autoritario».
«Llevamos tres años buscando tener un diálogo de dos partes, llevamos tres años pretendiendo tener un verdadero enlace gremial, llevamos tres años tocando las puertas para que exista un diálogo civilizado, pero solo encontramos frases lamentables como que el año entrante nos van a poner a ‘chillar’ con más impuestos. Esa no es la forma«, explicó Sierra.
Además, recalcó que Jaramillo no puede seguir dividiendo la ciudad «entre ricos y pobres», porque quien abre un pequeño negocio no necesariamente es una persona adinerada.
Y puso como ejemplo de persecución oficial lo que están viviendo los propietarios de los restaurantes del sector de La Macarena, el barrio en el que reside el mandatario.
«Allí, algunas personas decidieron montar restaurantes, generar empleo, dinamizar económicamente ese sector y qué recibieron de la Alcaldía: presiones de los funcionarios de Espacio Público, quienes llegan con actitudes amenazantes y acompañados por la Policía. Los amenazan con cerrarles los establecimientos si no pagan por el espacio que utilizan en el antejardín de las casas, en donde ubican unas mesas y unas sillas. De modo que el comerciante debe pagarle el arriendo al dueño de la casa y pagarle otro arriendo a la alcaldía por ocupar los antejardines. Entonces, persiguen a los comerciantes formales y los informales sí venden sin problema en los andenes del centro de la ciudad».
Finalmente, Sierra dijo que no entiende cómo el alcalde Jaramillo se muestra como el político progresista, garante de los derechos de la ciudadanía y cuando las protestas son contra su gobierno cambia de postura y las «sabotea».
Precisamente, el día del «sepelio de Ibagué», la Alcaldía organizó un evento masivo para celebrar la llegada de la Navidad.