Para el experto en análisis de riesgos administrativos y fraude, Alejandro Morales Tobón, la lucha contra la corrupción es una tarea de todos. Especialmente de las organizaciones, sean públicas o privadas. Aprenda a identificar los comportamientos de un posible defraudador, evite pérdidas económicas o de información valiosa y proteja a su compañía de próximos fraudes.
Morales explica que un defraudador no tiene unos principios éticos claros y “en su fuero interno consideran que el fin justifica los medios y no les importa robar a la empresa en la que trabajan perjudicando a sus compañeros. Lo único que le importa es el dinero”.
Precisa que estas son personas cuyo estilo de vida no corresponde con sus ingresos.
“Hay una señal muy clara y es que el defraudador siempre roba para gastar. Se nota entonces, que su estilo de vida va mucho más allá de sus posibilidades económicas”, indica.
Agrega que otra señal de alerta es la resistencia al control, las auditorias y supervisión es otra característica importante a tener en cuenta.
“Cuando no le gustan las auditorias, las revisiones, esas son señales de alerta que implican, no necesariamente que la persona es un delincuente, pero sí obligan a la organización a mirar con detenimiento las actividades de esta persona porque hay algo ahí que vale la pena aclarar”, puntualiza.
Un factor sorprendente, según Morales, es que el mayor fraude que se presenta en las organizaciones está enfocado al robo de información con el fin de entregárselo a la competencia. Le sigue la corrupción por dinero.
El fraude está al asecho de su compañía
Alejandro Morales explica que el fraude está al asecho constante y por ello, es necesario actuar desde adentro, no dar segundas oportunidades a los defraudadores y dejar siempre en firme el mensaje de transparencia por parte de la compañía.
“Es necesario tener una decisión firme para actuar, yo tengo que enviarle un mensaje muy claro a mis proveedores, empleados y clientes que en mi empresa hay cero tolerancia al fraude. Si yo tengo una actitud erguida, las personas van a saber que ni siquiera se van a atrever a proponerme cosas indebidas”, precisa el experto.
Enfatiza en que es necesario sentar precedentes contundentes al descubrir un fraude al interior de la empresa, ya que así se puede evitar en un alto porcentaje que se vuelva a repetir la situación.
“No hay segundas oportunidades para el fraude. El que comete un fraude se tiene que ir de la organización porque perdonar es pagar la cuota inicia del otro fraude. Además, este sería un pésimo ejemplo para los demás empleados”, señala.
Por otro lado, exhorta a actuar de manera inmediata en contra del fraude, no conformarse con la inflexibilidad de las leyes o la falta de actuación del sistema judicial. Más aún, cuando en Colombia se ha demostrado que el mismo sistema “tiene un precio y una tarifa”.
“La lucha contra la corrupción tiene que salir del interior de las organizaciones. Yo no debo esperar que la Policía, los legisladores o jueces vengan y me ayuden a contrarrestar la corrupción. Esta debe ser una lucha que abanderen todos los miembros que conformamos una organización”, concluye Morales.