Cinco errores que los colombianos cometen al usar la tarjeta de crédito

El mal uso de las tarjetas de crédito es la causa principal de endeudamiento entre los colombianos; el monto promedio de deuda que se ha ingresado de quienes hicieron mal uso de sus plásticos es de aproximadamente $303 mil millones, alertó Ricardo González Aragón, vocero de Resuelve tu Deuda. (Ver: Cómo diferir las cuotas de la tarjeta de crédito)

El especialista en finanzas personales puntualizó que el monto promedio que reporta un deudor, se ubica en poco más de $9 millones; de ahí que el 68 % de los clientes que llegaron a la reparadora en 2017, nombraron dicha causa como su más grande error financiero. (Ver: Cinco consejos para inculcarle a sus hijos el hábito del ahorro)

Los hábitos en el uso de las tarjetas de crédito son situaciones previsibles y corregibles que dependen más de la educación financiera y el grado de entendimiento que se tiene sobre el método de pago. Es preocupante porque esta causa engloba una serie de conductas que perjudican diversos aspectos en la vida del cuentahabiente, no sólo el financiero”, comentó.

Por lo anterior, el experto en finanzas personales enlisto los cinco errores más comunes entre las personas que utilizan de manera errónea su tarjeta de crédito, motivos que pueden derivar en un problema de sobreendeudamiento. (Ver: Gastos hormiga: una plaga en el bolsillo de los colombianos)

Cinco consejos:

Usar el plástico como un ingreso extra: esto se presenta entre quienes olvidan que las tarjetas son un instrumento de pago en la que se presta cierta cantidad de dinero bajo la promesa de que se devolverá posteriormente. Al no tener esto en cuenta, muchas personas integran la línea de crédito a sus ingresos regulares, lo que afecta la percepción real de su capacidad de pago.

Pagar una tarjeta con la otra: sacar un clavo con otro clavo no es algo aconsejable en las relaciones ni en las finanzas personales. Lamentablemente, muchos cuentahabientes procuran resolver un problema de endeudamiento pagando con otro crédito revolvente. Esta situación podría generar un efecto bola de nieve cuyo resultado sería una deuda aún más grande que la primera.

Adquirir más tarjetas de las que se pueden pagar: identificar nuestros hábitos de consumo, así como los ingresos con los que contamos, nos permite dimensionar cuáles son los límites de nuestras condiciones económicas. Sin embargo, hemos tenido clientes que deciden sacar tarjetas porque se les hizo fácil hacerlo, sin contar con la disciplina ni la capacidad financiera para mantenerlas bajo control.

No saber cómo funciona una tarjeta de crédito: la educación financiera en cuanto al uso de los plásticos incluye desde poder leer un estado de cuenta hasta entender qué significan conceptos como el CAT y sus implicaciones en el costo del crédito. No obstante, la mayoría de los tarjetahabientes no adquieren una tarjeta como resultado de una decisión meditada, consciente y dirigida a obtener un mejor rendimiento de sus recursos.

Carecer de un presupuesto: no saber cuánto se gana y en qué se gasta es un mal hábito que afecta todos los aspectos de las finanzas personales. Esta situación podría agravarse cuando se dispone de una tarjeta, ya que, si no se tiene una buena administración del dinero propio, es probable que la situación se agrave cuando se adquiere un crédito.

Por: REDACCIÓN ECONÓMICA

Foto: EL OLFATO

Fecha: martes - 4 septiembre - 2018