Los tolimenses reclamamos la presencia de nuestra clase política en el Congreso de la República no para repartir platos de lechona, condecorar estilistas o para que voten y reclamen procuradores de bolsillo, sino para que nuestra escasa presencia tenga un verdadero rumbo, unos objetivos claros y que a pesar de la diversidad política se pueda trabajar mancomunadamente por el Departamento. Sin embargo, lo que algunos de los muchos candidatos para el Senado como para la Cámara intentan transmitir es muy pobre con contadísimas excepciones.
“Vamos a recuperar el Tolima”, es la frase de cajón de moda. Frase que no tiene contexto por lapidaria porque la misma debe ir acompañada de propuestas serias, claras y realizables. Tanto los candidatos nuevos como los veteranos se enfocan en los proyectos fracasados o los que en cada elección salen a relucir, que el Triangulo del Tolima o que el túnel de La Línea, sin embargo poco o nada se dice sobre los verdaderos problemas que nos agobian.
Para las elecciones del 11 de marzo, nuestros candidatos para el senado Carlos Edward Osorio, Miguel Barreto, Pierre García, Emanuel Arango, Olga Beatriz González y Rosmery Martínez, buscan su espacio pero solo dos de ellos a nuestro criterio con altas posibilidades de éxito.
Osorio y Barreto, están recorriendo el país, no solo convocando a los coterráneos dispersos por la geografía nacional sino conquistando nuevos espacios y enfocados en temas puntuales, como la crisis de los textileros, planteada y discutida en el Congreso por Miguel Barreto.
Por su parte Pierre García y Emanuel Arango, del Centro Democrático, en su lucha intestina por demostrar quién es más “uribista”, se les olvidó el objetivo, el Tolima y con el agravante de un papá de por medio.
De Olga Beatriz González, candidata del Partido Liberal, es muy poco lo que se espera porque su entorno político tiene un enorme déficit de credibilidad y el Partido Liberal, gran responsable de la hecatombe de los Juegos Nacionales, no ha dicho esta boca es mía.
La actual senadora, Rosmery Martínez, tuvo sus segundos de fama al condecorar a su estilista personal pero más allá de estar a la sombra de su hermano, no vuela con sus propios motores o mejor, no tiene sus propias propuestas.
Hay otros candidatos al Senado, que tienen algunas raíces en el Tolima, como el buen senador Jorge Robledo pero aún no se le oye una propuesta en concreto para nuestro terruño o Paloma Valencia, que también es cuaresmera y a parte de convertirse en la versión femenina de Andrés Felipe Arias, ‘Uribito’, no es mucho lo que podamos esperar.
Vendrán como cada cuatro años, los bolsos llenos de billetes de la Costa o de del Quindío o Risaralda a la feria de los supuestos líderes o aprovechando la pobreza de algunos candidatos a la Cámara de Representantes para comprar consciencias.
El panorama no es alentador pero tenemos con qué hacer presencia, por eso el llamado a los candidatos para que hagan un esfuerzo mayor y concéntrense en las propuestas seria, que conozcan al Tolima que no se trata de recorrerlo simplemente sino detenerse a conocer un poco su historia para que los errores del pasado no se vuelvan a repetir.