Luego de la contundente victoria de los cajamarcunos en la primera consulta popular de iniciativa ciudadana que se realizó en el país el pasado 26 de marzo, el Gobierno Nacional, Anglogold Ashanti y el alcalde de Cajamarca han salido de manera coordinada a los medios a satanizar este mecanismo de participación ciudadana y a desprestigiar las organizaciones y ciudadanos que impulsamos las consultas, todo sustentado en el poder económico y político de la empresa para lograr cooptar algunos medios de comunicación nacional y posicionar su mensaje anti-democrático.
El primero en el uso del micrófono fue el Gobierno Nacional en cabeza del ministro de minas, quien en una maratón por varios medios de comunicación tan solo un día después de la consulta de Cajamarca, con un mensaje concreto “las consultas no cambian la ley, son un solo hecho político y no tiene alcance jurídico y la nación es dueña del subsuelo, un municipio no puede prohibir la minería”.
Recientemente el viceministro de minas repitió como loro el mismo discurso en una sesión de la Asamblea Departamental. Claramente estos funcionarios faltan a la verdad. En primera medida, las consultas populares como la de Cajamarca no cambian ninguna ley, por el contrario, hacer consultas es aplicar las leyes y la constitución.
Hemos preguntado al ministro a cuál ley se refiere y no nos ha querido responder. En segunda medida, aclarar que las consultas sí son vinculantes y es obligatoria su implementación; y en tercer lugar, el subsuelo es del estado y los entes territoriales también son estado. Esto demuestra el claro desconocimiento del funcionamiento del Estado social de derecho colombiano de parte del jefe de la cartera de minas. Colombia no es Venezuela, aquí se debe respetar la democracia.
El segundo que salió a la opinión pública fue la empresa minera Anglogold. Un mes después de la consulta, la empresa anunció que el proyecto minero La Colosa quedaba congelado hasta que las condiciones fueran favorables para la actividad minera en la región. Junto a este anuncio, empezó su embestida contra la democracia colombiana y los promotores de la consulta.
Uno de los temas fue el empleo. Felipe Márquez, presidente de AGA anunció la pérdida de 400 empleos, luego el exfuncionario de la minera Carlos Enciso lo desmintió en una entrevista y dijo que solo eran 250. Típico de una empresa que tiene como práctica mentirle y desinformar a la comunidad, incluso se atrevió a afirmar que los promotores de la consulta habíamos extorsionado a AGA, hecho que rechazamos, y finalmente propusieron el debate consultas vs desarrollo del país.
La empresa se quedó corta en su reacción frente a los resultados de la consulta. No solo debió congelar el proyecto, sí ellos sienten el más mínimo respeto por la democracia colombiana debieron renunciar a todos los títulos mineros y solicitudes del municipio en la despensa agrícola del centro del país.
En cuanto al debate consultas vs desarrollo, para ello hago varias precisiones. En los últimos 10 años el Gobierno Nacional ha otorgado 1.182 licencias ambientales y tan solo ha negado 80, 17 de estas en temas mineros, mientras que las CARs otorgaron 2.798 y negaron 452, unas cifras bastante altas.
En materia de consultas, desde 1991 solo se han realizado 46 consultas y solo 5 son en temas minero-energéticos, ahora están pendientes alrededor de 40 más, una cifra muy inferior a las licencias otorgadas por las autoridades ambientales del país.
El ultimo que salió a la opinión pública fue el señor Pedro Marín, alcalde de Cajamarca. Su mensaje “los cajamarcunos tomamos una mala decisión el 26 de marzo. Gracias a la consulta hay una crisis social en el municipio por falta de empleo». Afirmó que habían 1.200 cesantes, y que «los promotores de la consulta se desaparecieron y no proponen nada para solucionar este problema”. Varios medios nacionales e internacionales replicaron este mensaje.
Quisiera aclarar que el señor Marín tuvo financiamiento en su campaña de Anglogold y esto lo hace aliado de la empresa minera. Asimismo, fue uno de los que se abstuvieron de votar el 26 de marzo. Por ende si él está arrepentido será porque no votó, es decir que perdió ese día con la multinacional.
El comité promotor de la consulta ha solicitado reunirse con Marín para hablar sobre estos temas y él no ha querido recibirnos, ni siquiera contesta el teléfono, personalmente solo he visto al alcalde tres veces luego de la consulta.
Enciso dice 250, Márquez 400 y Marín 1.200, quien da más. En definitiva el Gobierno Nacional, Anglogold y el alcalde de Cajamarca y ni qué decir de las mayorías mineras del concejo de Cajamarca, hoy están aliados con un objetivo, hacerle conejo a la democracia.
Pero por muy duro que hablen los mineros en los medios, no podrán convertir este discurso que vulnera los derechos fundamentales y colectivos de los ciudadanos cajamarcunos en una verdad para imponer su moribundo proyecto minero La Colosa. ¡Cajamarca Se Respeta Carajo!