Los usuarios del transporte público colectivo de Ibagué seguramente encontraron dificultades para movilizarse este jueves en la mañana, tras la salida del parque automotor de las 201 busetas afiliadas a la empresa Logalarza.
Estos vehículos no pudieron cubrir sus rutas debido a que la póliza de responsabilidad contractual y extracontractual se venció este miércoles a las 12:00 de la noche y no fue posible renovarla, confirmó la gerente de Logalarza, María Helena Espitia.
Las dificultades en la renovación del seguro colectivo se presentaron porque, sostienen los propietarios de las busetas, el valor de la póliza pasó de $4’400.000 a $10′.611.164.
La señora Espitia anunció que este jueves continuará en la búsqueda de una nueva póliza, pero anticipó que no será una tarea fácil debido a que el incremento del seguro se debe al alto índice de accidentes que han tenido las busetas.
Por su parte, William Cervera, gerente de Sitsa -empresa que coordina la operación del transporte público en Ibagué-, se vio obligado a redistribuir las rutas a última hora y admitió que este jueves se pueden presentar alteraciones en la prestación del servicio.
Logalarza atendía 14 rutas en Ibagué, y las mayores dificultades podrían presentarse para los usuarios de la 17 (del Topacio a San Isidro) y la 50 (de Huevo Oro al Clarita Botero).
El secretario de Tránsito de Ibagué, José Alexis Mahecha, afirmó que la Administración Municipal no fue informada de las dificultades que enfrentaba esta compañía en el trámite de sus pólizas y anunció una investigación administrativa.
«Estaremos haciendo una evaluación en la mañana y sobre el mediodía definiremos un plan de contingencia. Debo decir que esta es una situación provocada por la irresponsabilidad de la empresa y, por lo tanto, se abre un investigación para determinar la responsabilidad y una posible sanción ejemplar porque este es un servicio esencial para la ciudadanía. Aclaramos, si embargo, que se les respetará el debido proceso», subrayó Mahecha.