Bebeteca: Un espacio para fortalecer vínculos afectivos a través de la lectura

Pues le contamos que el mejor momento es la gestación. Desde los primeros meses de vida los libros se convierten en un canal para fortalecer el vínculo entre padres e hijos.

Por ello, la biblioteca Darío Echandía de Ibagué impulsó el club de lectura Bebeteca, un espacio diseñado para madres en estapa de gestación y bebés de hasta tres años de edad, para que puedan disfrutar de escenarios apropiados para la lectura y actividades de estimulación temprana. (Ver: Biblioteca Darío Echandía: Centro cultural de Ibagué)

En este club, cuenta Patricia Penagos, estudiante de Licenciatura en Lengua Castellana de la Universidad del Tolima y encargada de la Bebeteca, se orienta a los padres para que creen sus propios métodos de acercamiento a la literatura.

“Cada semana se hace una actividad diferente. Algunas veces iniciamos con masajes para generar el vínculo entre la mamá y el bebé, luego con actividades de cuerpo y sonido en las que usamos instrumentos musicales como maracas y tambores para que los niños sigan los movimientos. También, ejercitamos la parte motora para fortalecer la actividad lectora con los papás, entonces hacemos taller de voces, creación de títeres y de una historia que termina en una obra de teatro”, explica la literata.

¿Cuáles son los beneficios de la lectura?

Patricia Penagos explica que la lectura trae muchos beneficios para los niños y destaca especialmente dos:

  1. Cuando los niños leen en familia, que es uno de los proyectos más importantes que tiene la sala infantil de la biblioteca, se crean vínculos. Cuando el niño esté grande y recuerde que era su papá quien le leía cuando tenía dos o tres años y vuelva a hacer esa lectura, recordará esos momentos, porque ese vínculo nunca se rompe.
  2. La literatura le muestra nuevos mundos al niño, que la fantasía es válida pero que la realidad desgarradora y cruda también lo es. A parte de que el lenguaje es estimulado de una manera diferente, entonces si el niño lee continuamente su lenguaje no será coloquial porque el lenguaje de los libros es otro.

Los libros no tienen edad

Esta profesional le recomienda a los papás desvirtuarse de la idea de que los libros tienen una edad específica, porque los libros son universales y para los más pequeños el único requerimiento es un padre que le imprima imaginación y lo haga emocionante.

“Los libros no tienen edad, lo que pasa es que dependiendo de la complejidad del libro, así mismo tiene que ser el acompañamiento. El libro álbum, por ejemplo, es el más básico para los niños, porque es grande y cuenta con ilustraciones acompañadas de poco texto, pero, si a mi edad los puedo disfrutar, si el niño está acompañado por alguien que le guíe la lectura, puede engancharse con textos para adultos”, precisa.

La invitación para todos los padres es a generar lazos más fuertes con sus hijos a través de la lectura y los espacios que la biblioteca Darío Echandía ha diseñado para tal fin, como la Bebeteca, que se reune todos los miércoles a las 4:00 de la tarde en la sala infantil.

Por: AYLIN RODRÍGUEZ

Foto: EL OLFATO / JAVIER AMAYA

Fecha: lunes - 9 julio - 2018