Son agentes microscópicos que requieren equipos especiales para poder ser analizados. Necesitan de un huésped para poder replicarse, y generan enfermedades respiratorias que pueden ir desde un resfriado común a una neumonía o inclusive la muerte.
Algunos de los más conocidos son:
- Virus Sincitial Respiratorio.
- Adenovirus.
- Influenza.
- Para influenza.
- Metaneumovirus.
Causas
Aunque no se conoce el origen de los virus, si se sabe que son los organismos biológicos más abundantes en la naturaleza, y pueden causar enfermedades a animales, plantas y humanos.
Principales afectados
Toda la población es vulnerable, sin embargo, los menores de 5 años, los lactantes y las personas adultas mayores de 60 años son las más vulnerables.
¿Cómo se contagia?
La mayoría de estos virus están en las secreciones de las vías respiratorias, es decir lo que se conoce popularmente como mucosidades respiratorias.
La manera más común como se contagian los virus respiratorios, es cuando las personas después de tener contacto con sus secreciones no realizan lavado de manos y posteriormente tienen contacto con superficies u otras personas.
Es importante tener presente que todas las superficies que entran en contacto con las secreciones se contaminan y los virus pueden permanecer allí durante horas y contagiar a otras personas.
Consejos para evitarlos
La clave es implementar una cultura de lavado activo de manos y limpieza de superficies.
El lavado de manos de las personas sanas previene que se introduzcan las secreciones de superficies contaminadas al cuerpo al momento de comer o al rascarse los ojos, las cuales son las más comunes.
El lavado de manos de la persona con gripa previene que se siga propagando el virus ya que con sus manos puede contaminar las superficies con las que tenga contacto.
¿Cómo tratarlos en casa?
Se recomienda la utilización de antigripales apropiados para cada persona, líquidos y alimentación sana.
Atención médica
Si solo se trata de un resfriado, no se debe ir a urgencias. Se debe acudir a urgencias cuando, en caso de los niños, la fiebre no baja, dejan de comer o beber, y tienen tos permanente. En el caso de los adultos, cuando el malestar no cede con los anti gripales, se siente dificultad para respirar o la fiebre no cede.