Así se infiltraron comandos de la Policía en Toche para ubicar mina de oro ilegal

Veinte comandos de la Policía se infiltraron dos días en una zona de páramo ubicada en las goteras de Ibagué, a temperaturas bajo cero y una vegetación agreste, para dar con una mina de oro de la cual los ilegales extraían 800 millones de pesos semanales del precioso metal, equivalente a un kilo o 1.000 gramos.

Subieron a 3.850 metros sobre el nivel del mar y acosados por la espesa neblina para llegar al sitio conocido como vereda Corazón, en el corregimiento de Toche.

Allí, entre la maleza, sin pasar por las fincas, hallaron cuatro socavones de hasta 100 metros de profundidad y piscinas de mercurio y cianuro, elementos letales utilizados en la minería artesanal.

Los comandos llegaron a la mina con base en información recopilada por hombres y mujeres de la Sipol de la Policía Metropolitana de Ibagué, que durante cinco días estuvieron infiltrados en el pueblo, recopilando información sobre la existencia de una mina ilegal que llevaba décadas en la zona y a la cual nadie se atrevía a ir por miedo.

Estaba ubicada a 16 horas a pie desde Toche. No había otra forma de llegar. Solo ingresaba gente de la organización responsable de la explotación y los trabajadores autorizados por ellos, de resto nadie más tenía acceso”, dice uno de los miembros de inteligencia infiltrados.

Algunos de esos trabajadores vivían en Toche y otros llegaban desde Salento, un municipio del Quindío, ubicado a tres horas de camino en carro por una trocha casi intransitable.

“Las personas que explotaban la mina entraron a la zona por la trocha de Salento, por ese sitio ingresaron las máquinas por piezas y luego las armaron en la mina con la ayuda de mecánicos”, señala la fuente.

El sitio es tan alejado que el único medio que los comandos utilizaban para mantener contacto con los coordinadores de la operación eran los teléfonos satelitales.

Además, 11 personas, entre técnicos de Cortolima y peritos de la policía judicial, tuvieron que ser transportadas en un helicóptero de la Fuerza Aérea (Comando Aéreo de Combate número 4) hasta un lugar ubicado a dos kilómetros de la parte alta de la mina para agilizar el procedimiento de ocupación.

La existencia de esa mina ilegal llegó a oídos de las autoridades en una reunión de la Alcaldía de Ibagué realizada el 11 de agosto pasado.

En ese momento, miembros de la comunidad alertaron sobre una mina de oro que estaba contaminando las fuentes de agua, incluido el río Coello y la quebrada Campoalegre.

“Estaban causando un daño ambiental a Ibagué, Cajamarca y hasta Espinal. Con el golpe que les dimos dejan de generar cerca de 4.000 millones de pesos mensuales por extracción de oro”, afirmó el coronel Jorge Morales, comandante de la Policía Metropolitana de Ibagué.

Grave daño ambiental

El director de la autoridad ambiental Cortolima, Jorge Enrique Cardoso, afirmó que los recursos de suelo y agua resultaron “gravemente” afectados por la actividad ilegal, en particular la parte alta de la cuenca del río Coello.

“Cortolima va a estar presente, con los soportes técnicos, apoyando las investigaciones de la Fiscalía y de la Policía. También tenemos una investigación contra los propietarios del predio en la que la corporación se registra como víctima. Es que la cianuración en la parte alta de la cuenca es muy grave”, aseguró Cardoso.

Los ilegales deben responder ante la Fiscalía por el daño ambiental provocado. Por lo pronto, averiguaciones preliminares indican que serían provenientes del Valle del Cauca.

El director de la autoridad ambiental Cortolima informó que para evitar que la actividad minera ilegal en ese lugar se reanude, destruyeron los cuatro socavones.

De hecho, en noviembre del 2017 ya se había realizado un operativo contra la explotación ilegal de oro en esa zona, pero los delincuentes reactivaron la extracción aurífera.

Cardoso explicó que en ese lugar había explotación de oro de filón, tipo socavón o veta, muy diferente al sistema que planeaba realizar la multinacional AngloGold Ashanti que es de oro diseminado en roca.

Por: REDACCIÓN MEDIO AMBIENTE

Foto: Policía Metropolitana

Fecha: martes - 25 septiembre - 2018