El año pasado fueron hurtadas 167 motos en la ciudad. En lo corrido del 2018 van siete casos. Autoridades, en alerta.
Cada mes, en promedio, se roban 14 motos en Ibagué. La modalidad más frecuente es el halado (80%), seguida por el factor oportunidad, es decir, el descuido de sus propietarios (17%). En el 2% de los casos de hurto se intimida a los conductores con arma de fuego o arma blanca.
Según datos de la Policía Metropolitana, las de menor cilindraje (entre 100 y 200 centímetros cúbicos) son las más apetecidas por los delincuentes (ver gráfico). Los barrios más afectados por el robo de motocicletas son El Salado, Mirolindo, Jardín, La Trinidad, Pan de Azúcar, La Gaviota, Ambalá, Restrepo y La Francia, entre otros.
Los martes, jueves y domingos son los días con mayor ocurrencia de hurtos, particularmente a las 6:30 de la mañana y entre las 7:00 y las 11:00 de la noche, afirman las autoridades.
Meses atrás, la Policía desarticuló una banda conformada por 19 personas que participaba en el 60% de los robos de motos en la ciudad. Su modus operandi consistía en la planeación detallada del hurto por zonas y horarios específicos. Según la Policía, los delincuentes escogían los lugares para ‘deshuesar’ los vehículos.
“Hemos identificado los lugares donde comercializan las autopartes. Estas bandas sacan la motocicleta de la ciudad y la venden por partes. Hemos capturado a varias personas estafando con motos robadas”, afirma el comandante de la Policía Metropolitana de Ibagué, coronel Jorge Morales.
En 2017 se hurtaron 167 de estos vehículos. A la fecha van siete casos. El año pasado, para la misma época, se registraron 26 hurtos, es decir, hubo una reducción del 73% en la comisión de este delito.
El creciente aumento del parque automotor de estos vehículos en las calles de Ibagué (de 192.731 automotores que circulan en la ciudad, 109.031 son motos), hace que los delincuentes se interesen especialmente por las motos parqueadas en vías públicas.
¿Qué es el halado?
Steven Vélez fue víctima de halado con llave maestra. Llegó a trabajar al barrio El Salado sobre las 6:00 de la mañana y parqueó su moto frente a la oficina. Cuando salió al mediodía, el vehículo ya no estaba. Creyó que la Policía lo había inmovilizado. Sin embargo, los vecinos del sector le confirmaron que “unos tipos raros llegaron a pie y en cuestión de segundos se la llevaron”.
El halado se presenta cuando el dueño del automóvil deja su vehículo en vía pública, sin medidas de seguridad, y el delincuente se lo lleva sin acudir al uso de la fuerza.
Para prevenir el hurto de motocicletas, las autoridades recomiendan no estacionar la moto en vía pública ni dejarla al cuidado de desconocidos. Tampoco es recomendable dejar las llaves del automotor en parqueaderos, lavaderos o estaciones de servicio, pues podrían duplicarlas.
Cuando las autoridades den la indicación de detener el vehículo, solicitar su identificación y, de ser posible, dirigirse a la unidad policial más cercana. En accidentes de tránsito, no descender inmediatamente del automotor y verificar si la situación es real, pues podría tratarse de una colisión simulada.