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El gobernador Óscar Barreto Quiroga tomó posesión del cargo este martes, en el centro de convenciones de la Gobernación del Tolima, ante el notario cuarto de Ibagué, Álvaro Rengifo Donado. Al acto asistieron dirigentes políticos, empresarios, contratistas, congresistas, diputados, concejales y uno que otro funcionario público.
Barreto llegó a las 9:45 de la mañana y, como es habitual en él, rompió el protocolo y saludó a la mayoría de personas que estaban en la primera fila, antes de pasar a la mesa principal en donde los esperaban su hermana, Clara Barreto; Judith Lozano de Barreto; monseñor Gustavo Vásquez, párroco de la Catedral Metropolitana, y Milena Alvarado de Macías.
Una vez terminaron los actos protocolarios, y el notario Álvaro Rengifo tomó el juramento, el gobernador pronunció su discurso de más de 30 minutos en el que habló de su relación con el Gobierno Nacional, el proceso de paz, sus relaciones con la clase política y del estado de las finanzas de la Gobernación del Tolima. A propósito, sobre este último punto, lanzó una dura crítica a la administración del gobernador saliente Luis Carlos Delgado.
Gobierno saliente deja balance de ‘Alicia en el país de las maravillas’
Barreto dijo que no era su intensión quitarle tiempo a su discurso de posesión cuestionando a la administración de Luis Carlos Delgado, pero que la ‘publicidad’ que ha hecho el saliente gobierno ameritaba unas cortas palabras de su parte.
Aclaró que no es tan cierto que “recibiré un departamento con amplias posibilidades fiscales y financieras, numerosos proyectos que alcanzan cifras exorbitantes”, y que eso que se dice en los medios de comunicación no lo encontró su comisión de empalme.
Y remató afirmando que no es bueno “despertar ilusiones falsas” y que lo que hoy promociona la administración saliente es “un balance digno de Alicia en el país de las maravillas”.
¿Su relación será con Ibagué, pero no con el alcalde?
El gobernador electo advirtió que apoyará a la ciudad en materia de infraestructura vial, deportiva y cultural, pero no mencionó por ningún lado que trabajaría de la mano con el alcalde electo Guillermo Alfonso Jaramillo, quien es hermano de su principal opositor político: Mauricio Jaramillo.
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“La capital pertenece al Tolima (…) El diálogo fluido que he tenido con los ibaguereños no tendrá pausa”, expresó en una clara alusión a Jaramillo, quien se posesiona mañana en el cargo como Alcalde de Ibagué, a las 3:00 de la tarde. “Nadie impedirá mi diálogo con los ibaguereños, de quienes seré su gobernador”, reiteró.
El momento en el que Barreto lloró
En la parte de final del discurso, Óscar Barreto agradeció la compañía de sus amigos y familiares, y no pudo evitar el llanto cuando recordó a su hermano Jaime, quien falleció en septiembre del año 2014. (Ver: Murió Jaime Barreto)
“Cuya partida me entristece aún, y lo hará por toda mi vida. Los más cercanos saben cuánto significó para mí como padre, hermano y consejero… extraño con dolor al infaltable, incondicional compañero de la vida, de los éxitos y las derrotas”, manifestó con la voz quebrada.
Barreto financiará la UT, pero hará reestructuración
El gobernador insistió en la “aguda crisis” que enfrenta el alma mater de los tolimenses, cuyos dineros, afirmó el mandatario, “se escaparon por las puertas del clientelismo y el desorden administrativo.”
Recalcó que la universidad contará con el apoyo de la gobernación “no sólo en lo económico, sino en la reorganización de su administración.” Y añadió que no tiene un balance positivo de la reforma que él mismo apoyó, en su anterior período como gobernador, a través de la cual se modificaron los requisitos para la elección de Rector.
Barreto sugirió que pudo haberse equivocado al considerar que la administración de la universidad debía quedar en manos de los profesores, los académicos y los investigadores, con lo cual no descartó la posibilidad de emprender una nueva reforma para darle un perfil más “gerencial” y menos académico a la dirección de la UT.
