La Secretaría de Apoyo a la Gestión y Asuntos de la Juventud, tiene a su cargo el manejo de la Casa de la Juventud, que funciona muy cerca de la Alcaldía pero muy lejos de su control.
Freyler Steven Pérez, es un asesor juvenil que está a cargo del programa ‘Gestores de Paz’, iniciativa que tuvo relativo éxito en la alcaldía de Gustavo Petro y que Guillermo Alfonso Jaramillo, ha impulsado con hechos mediáticos como asistir al estadio Manuel Murillo Toro e impregnándose del fervor de la barra Revolución Vinotinto, para lo cual han vinculado a los denominados gestores que deben cumplir una pautas y obligaciones claras y que cada mensualidad deben rendir informes, con evidencias fotográficas, planillas de asistencia, actas de actividades y archivos digitales entre otros y así recibir su remuneración que esta alrededor de $1’200.000 mensuales.
Según información recibida por este columnista de tres miembros activos del círculo cerrado de los gestores, que quieren conservar su anonimato, las cosas que pasan en su interior son bastantes delicadas e incluso produjo la muerte de Daniel Bedoya a manos de Juan Camilo Alvis, ambos gestores de paz, y que a propósito, no se conoció pronunciamiento oficial del Alcalde, tuvo el día de los hechos protagonistas pasivos de las agresiones y en donde se acusa a Freyler Steven Pérez, miembro de la Revolución Vinotinto y del grupo Jordán Zapateros, en su condición de asesor juvenil y otra contratista Andrea Cruz, miembro de la Peste Salado, no haber cumplido con su deber o por lo menos evitar el conflicto que a la postre termino en tragedia.
Claro está que, no se trata de achacarles esta muerte, pero el único pronunciamiento oficial llegó precisamente de un secretario de despacho diferente a los directamente involucrados en el proyecto social y todo quedó sellado, con que dicha muerte era un problema personal entre víctima y víctimario.
Sería interesante que se revisara la documentación que han presentado los gestores y realmente se identificara las actividades de algunos de esos muchachos, que si bien es obligación del Estado proveer los recursos y la orientación para que los jóvenes marginales, la población LGBTI, Skaters, los BMX, Raperos, Barristas, Ambientalistas, Religiosos, etc, sean parte de la solución a los problemas que regularmente se pretende ser solucionados a través de la violencia, lo hagan bajo la orientación de sus propios miembros por lo que no se puede permitir que al interior de ese proyecto social, se esté incentivando el consumo de drogas o que la solución es el enfrentamiento físico ya que desde el momento en que aceptaron ser contratistas, se convirtieron en servidores públicos, con derechos y obligaciones.
Es mejor prevenir que curar como dice el adagio popular, pero no fue casualidad lo que ocurrió días atrás en inmediaciones del Estadio, en dónde un grupo de jóvenes tuvo serios enfrentamientos que demuestra que al interior del proyecto social hay intereses que no son propiamente los de la paz, sino que se vive una “mini” violencia por el poder y que algunos en la administración municipal, se están haciendo los de la vista gorda, tal vez por el miedo que infunden algunos promotores de paz.