Sin duda la película ‘Armero’ ha resultado atractiva para muchos colombianos, por tratarse del desastre natural que marcó la historia del país, que ocurrió el 13 de noviembre de 1985, y en donde murieron más de 23.000 personas.
El primer largometraje del santandereano Christian Mantilla está en cartelera desde el pasado 21 de septiembre y ha sido un gran éxito en taquilla, superando a producciones como ‘IT’ y Amor.com, películas con mayor presupuesto y reconocimiento internacional. Sin embargo, las críticas no se han hecho esperar.
En esta historia, Omaira es una estilista que tiene muy pocas probabilidades de ser madre. Ella está casada con ‘Ramiro’, un mecánico y recolector de algodón que anhela tener un hijo.
Por eso, ElOLFATO.COM conversó con personas autorizadas para hablar del tema a nivel histórico y cinematográfico, para conocer sus opiniones a cerca de la película.
“La película de una catástrofe, resultó ser una película catastrófica”
El crítico de cine André Didyme-Dôme cuestionó la producción cinematográfica y lo resume en una frase. “La película de una catástrofe, resultó ser una película catastrófica” y los explicó en los siguientes puntos.
“Primero hay que tener en cuenta que tiene una estructura narrativa copiada descaradamente de ‘Titanic’, la cinta comienza con una reportera que se acerca a una mujer sobreviviente de la tragedia de Armero (Yuliet Flórez), para que le narre su historia. A manera de Flashback, nos trasladamos a 1985 donde encontramos a esta mujer humilde casada con un hombre bueno y trabajador interpretado por Benjamín Herrera, (‘Ramoncito’ de la serie «Dejémonos de Vainas»), actores que tienen cosas buenas, pero que se ven totalmente limitados con una pésima dirección”.
Respecto a la historia central que conduce la película, Didyme-Dôme recodó que “esta cinta muestra una visión reduccionista como un «deber ser», que nos impone una ideología falocéntrica en la que si una mujer no le da un hijo a un hombre, el macho se siente defraudado y la pareja no tiene sentido. Algunos argumentarán que al final de la película la pareja asume su situación y la supera, pero el cierre de la misma -muy predecible, por cierto-, no deja lugar para la discusión”.
Entrado en la producción como tal de la película, los efectos especiales y la dificultad de que parezca algo real, André aseguró que es uno de sus errores más grandes pues “sus pésimos efectos especiales le restan magnitud a la tragedia. Además, la banda sonora, es una muestra clara de lo que el mal uso de la música en el cine. Es una cinta que se estanca, es muy lenta genera desespero y sueño en los espectadores”
Como punto aparte , no está de acuerdo con la aparición del personaje de Omaira, la niña que se convirtió en el símbolo de la tragedia. “Eso de poner a la niña Omaira, que además fue un personaje real que marcó esa historia, para darle habilidades pseudo-fantásticas, le resta credibilidad”.
“Hay que destacar por ejemplo el trabajo de Rubén Mendoza, con ‘El Valle sin Sombras’, que recoge de una forma seria, impactante e inteligente los relatos de sobrevivientes de esa tragedia que su pudo haber evitado y que continuó después de haber sucedido”, remató el crítico de cine.
«Quisieron hacer una ‘telenovela’ rosa con una tragedia»
Francisco Gonzalez, Armerita, periodista de trayectoria y presidente de la Fundación ‘Armando Armero’, no quedó para nada satisfecho con la película pues considera que no tiene rigor histórico suficiente y se quiso hacer una ‘telenovela’ rosa con una tragedia que realmente no sirve para hacer un reconocimiento a las víctimas, además asegura que es ‘peligroso’ para las nuevas generaciones ver la historia desde un punto que no reconoce la problemática vigente que quedó en el post de la tragedia.
González reconoce que “Producciones como ‘Raíces del olvido’, de Jorge Montealegre, ‘El Valle sin sombras’, de Rubén Mendoza y ‘Armero lo que nos dejó el volcán’, de John Sánchez, han sabido plasmar el drama de los armeritas y sobre todo el de la tragedia actual: los familiares de los niños perdidos, por ejemplo”.
“Por supuesto que las personas de Armero, se sienten identificadas, les toca las fibras el hecho de ver de nuevo su parque, pero hay que pedirles también que reconozcan el drama real y sobre todo por el que pasan ahora muchísimas personas que quedaron marcadas con lo de Armero”, concluye el periodista.
Pensó en hacer una película para la gente
El productor de cine tolimense Mauricio Romero dijo que “hay que reconocer a un director que está tratando de hacer una película para el público en general, y no para llevar a festivales”.
“El concepto es que me da un poco de tristeza que por varias razones en el país no haya políticas públicas utilizadas en el cine, el cine está rezagado en ciertos aspectos, en ciertos géneros. Armero es una película que técnicamente a nivel de efectos especiales pudo haber sido muy buena hace 15 años”, subrayó Romero.
Pese a ello, fue menos duro con el director de la película y destacó que el riesgo que corrió al llevar a la pantalla gigante una historia tan compleja y dramática.
“Encuentro mucho mérito a Mantilla (el director de la película), porque a pesar del poco apoyo que hay en el país para financiar proyectos que contienen efectos especiales, precisamente por ser muy costosos. Sé que es un trabajo personal, que le tomó 10 o 12 años hacerlo y lo hizo”, opinó.
“Pensó en hacer una película para la gente, no para la élite que considera saber un poco de apreciación cinematográfica”, remató.