De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 40% de las mujeres en Colombia sufre anemia. Esta enfermedad que está relacionada con la deficiencia de glóbulos rojos, generalmente tiene como causa la falta de hierro, bien sea por su ausencia en los alimentos consumidos, o por un desorden que no permite que el organismo lo absorba.
Otra de sus características son los bajos índices de hemoglobina. En ocasiones el volumen de glóbulos rojos es normal, y sin embargo existe anemia porque la cantidad de hemoglobina no es suficiente. Este componente es el encargado de transportar el oxígeno de los pulmones a los tejidos del cuerpo y retirar el dióxido de carbono.
Otro de los grupos más vulnerables de padecer esta enfermedad son los menores de edad, en especial hasta los 12 años de edad y las mujeres en estado de embarazo.
Se estima que la deficiencia de hierro afecta en un 25% a los bebés, 43% a los niños hasta de 4 años y un 37% entre 5 y 12 años. De igual manera 40% a las mujeres, 15% de ellas en edad fértil.
Para identificar los síntomas que puedan evidenciar la presencia de anemia y el tratamiento necesario para evitar complicaciones por la misma, Adriana Suárez, enfermera de Promoción y Prevención de Nueva EPS, entrega una serie de recomendaciones que permiten prevenir y tratar esta enfermedad:
¿Qué causa la anemia?
La anemia es causada por un bajo nivel de hierro. El cuerpo obtiene este nutriente a través de ciertos alimentos y también lo recicla de los glóbulos rojos viejos. Una alimentación sin la cantidad suficiente de hierro es la causa más común. Otras causas también pueden ser las hereditarias, la incapacidad del cuerpo para absorber este elemento y la falta de producción de glóbulos rojos (radica en una falla de la medula ósea que es la encargada de la fabricación de la sangre).
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas más comunes son la piel pálida dado que la hemoglobina es la que da un color rojo a la sangre, la falta de energía debido a la reducción del nivel de oxigeno del cuerpo, dificultad para respirar después de alguna actividad física; incluso para realizar actividades rutinarias como estudiar, trabajar y jugar; por lo general con mucha fatiga.
¿Cómo se puede prevenir?
El camino más sencillo para evitar la anemia es una alimentación balanceada. Se deben proporcionar alimentos ricos en hierro que por lo general están presentes en las verduras y los vegetales como el tomate, la remolacha, las espinacas y las acelgas. Otras fuentes de este nutriente lo son también, el pescado, la carne y las frutas como las naranjas, las uvas, el mango, y los granos como el frijol y la lenteja. Es muy importante tener presente que la actividad física nos ayuda a mejorar la oxigenación sanguínea y por ende la del cuerpo.
¿Qué complicaciones puede presentar esta enfermedad?
Las complicaciones que podemos tener con la anemia son fatiga severa, cuando esta enfermedad es lo suficientemente grave la persona se puede sentir tan cansada que no podrá terminar actividades rutinarias. Problemas del corazón, debido a que la anemia puede generar un latido diferente o irregular para bombear más sangre y lograr mayor oxigenación a nivel del cuerpo, incluso puede generar la muerte como consecuencia de una falla cardiaca, o la perdida deliberada de sangre como resultado de un accidente o una intervención, que pueden ser fatales.