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La influencia del voto manipulado, las costumbres clientelistas tradicionales, falta de pedagogía e información, desinterés de las autoridades locales y convivencia con la corrupción, hacen parte de las razones por las cuales analistas consideran que en Ibagué y el Tolima no hubo un respaldo masivo a la consulta anticorrupción. (Ver: Ibagué no respaldó masivamente la consulta anticorrupción)
En Ibagué, según los reportes de la Registraduría, participó cerca del 39 % por ciento de las personas habilitadas para votar en esta consulta, es decir, alrededor de 158.000 ciudadanos. El censo electoral en la capital del Tolima es de 408.144 personas.
“Ibagué logró superar el umbral, pero es inexplicable que una ciudad tan azotada por tantos casos de corrupción -13 en los últimos 4 años- no haya salido a demostrar su rechazo a la corrupción”, considera el abogado y columnista Iván Ramírez.
Asegura “es muy lamentable” que la corrupción haga parte de la cultura política y paisaje regional, en particular por la influencia de viejas prácticas y costumbres.
“El voto manipulado y estilo ‘borrego’ que se maneja por algunos caciques y dirigentes políticos en la gran mayoría de los municipios del Tolima trascendió. Existe una cultura política en la cual se opina que quien haga obras y haga gestión, así robe, pues es aceptable por parte de la sociedad”, precisa. (Ver: Fiscal General aseguró que el “éxito” de la Consulta Anticorrupción impone al Senado su aprobación)
El analista trajo a relación lo que pasó con la consulta en regiones como Quibdó, en el Chocó, y Cartagena, en Bolívar, donde menos del 25% de la población apta para sufragar lo hizo.
“Los sectores más deprimidos social y económicamente son los más manipulables políticamente. En Cartagena y Buenaventura, Valle, los últimos cuatro alcaldes han estado o están en la cárcel y aquí tenemos a uno (Luis H. Rodríguez)”, dice Ramírez.
Para el politólogo y director de la Misión de Observación Electoral (MOE) en el Tolima, Cristian Martínez Hernández, resulta paradójico que en Ibagué, donde “hay hechos frecuentes y recientes de corrupción no se hayan desbordado hacia las urnas”.
Faltó interés y apoyo de las alcaldías
Pero más allá de las costumbres tradicionales, Martínez atribuyó el bajo apoyo a la consulta a la falta de interés de la administración local.
“Se vio muy poco interés. Cómo es que la Alcaldía de Ibagué tenía que reglamentar la publicidad política, pero la sacó apenas 15 días antes de la consulta. Lo tenían que haber hecho desde el 28 de junio, además, hicieron cosas como restricción de la publicidad 48 horas antes del proceso, pero la ley ordenaba que era el día anterior a la elección”, afirma el politólogo de la Universidad del Tolima.
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También atribuyó el comportamiento político en Ibagué a la falta de pedagogía y de información para despertar el interés ciudadano.
“Los alcaldes municipales del Tolima, pese a que era su obligación, no le hicieron la pedagogía al mecanismo de participación ciudadana. Les pedimos que publicaran en sus redes sociales y en sus páginas web las preguntas con sus respuestas, pero no lo hicieron”, explicó Martínez.
Además, los votantes no encontraron incentivos como el de recibir el certificado electoral o el de votar por un candidato en busca de un puesto de trabajo.
Según la MOE, en elecciones tradicionales en Ibagué como las de alcalde, gobernador, congreso y presidencia, la ciudad nunca ha superado el 45% de participación ciudadana.
“En esas elecciones se notan las maquinarias políticas, pero tenemos decir que el domingo no vimos transportando gente a los puntos de votación, tampoco repartieron lechona, tamales, mercados o tejas”, afirma.
De acuerdo con Martínez, están equivocados quienes están reclamando los cerca de 11’800.000 votos de la consulta como propios.
“Ni son de un partido o de un político, esos votos son de una ciudadanía cansada de que nos estén metiendo la mano al bolsillo”, asegura el politólogo.
