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Jhon Keneber Cárdenas, conocido con el alias de ‘Kener’, exjefe de sicarios del cártel de la cebolla, sigue con su ‘ventilador’ encendido y entregó nuevos detalles de la presunta colaboración de un fiscal especializado de Ibagué y de un agente de la Policía Metropolitana con la peligrosa organización criminal conocida como el cartel de la cebolla.
‘Kener’, quien paga condena en la cárcel Picaleña, llamó este lunes a varios periodistas de Ibagué -desde su celda- y reveló el nombre completo del funcionario judicial que haría parte de la nómina de la banda (recibía $8’000.000 millones mensuales). (Ver: Fiscal especializado de Ibagué haría parte de una peligrosa organización criminal)
“El fiscal especializado en extinción de dominio, Diego Fernando Durán, era el encargado de la comunicación directa con la gente de la cárcel La Dorada”, denunció ‘Kener’.
Según su testimonio, ese funcionario judicial era el hombre de confianza de José Alexander Granada, alias ‘El Tigre’, jefe del cartel de la cebolla, y quien está detenido en La Dorada. De él recibía instrucciones para, entre otras acciones, ordenar asesinatos.
Así ocurrió con por lo menos dos personas, quienes fueron ultimadas por tener aparentemente diferencias con el fiscal Durán. La primera víctima, dijo ‘Kener’, fue Pedro Ríos, asesinado en el sector de la variante, y un extorsionista conocido como ‘El gordo Vélez’, quien fue atacado por un sicario cuando descendía de un taxi, en la calle 37 con carrera Cuarta.
“Pedro Ríos tenía un CDT de $500 millones con el que nos pretendía pagar. Cuando se cumplió el plazo lo retiró y no nos pagó, y tampoco cumplió unas dadivas con Diego. Por lo que, este dio la orden de asesinarlo”, describió ‘Kener’.
Sobre el otro, agregó, “conocido como ‘El gordo Vélez’, lo matamos también por orden del Fiscal porque nunca canceló los favores que se le hicieron con algunas propiedades suyas que estaban para extinción de dominio. Cuando salió de la cárcel no saldó la deuda, y por eso lo matamos”.
“Quiero entregar a este fiscal, porque no quiero que me vean como miembro de esta organización, ya no soy jefe de sicarios, y también para que vean que no solo los que matan son los delincuentes conocidos, sino hay otros, como el caso de Diego Fernando, que daba órdenes. Él sigue activo en la Fiscalía de Ibagué”, acotó el detenido.
Más involucrados
La oficina de sicarios también contaba con la ayuda de un policía de apellido Reina, encargado, según ‘Kener’, de brindarles las garantías necesarias para desarrollar los actos delictivos.
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“Reina estaba en el CAI de la plaza de la 21, y se encargaba de quitarnos las patrullas. Por eso recibía un sueldo de $2’000.000 mensuales”.
Asimismo, la oficina sicarial contaba con otros agentes de la Sijín que llegaban a la plaza de la 21 a apoyarlos en seguridad.
“Esta denuncia la hice en el 2013. A veces llegaban muchos carros con cebollas que no eran nuestras, y los agentes nos colaboraban, retirándolos. Siempre se trabajó de la mano de la ley”, sostuvo el exjefe de sicarios.
El detenido, también aseguró que empezó a denunciar estos casos ante la Fiscalía en el 2013, luego entregó pruebas en el 2015 cuando hubo capturas por el cartel de la cebolla.
“A Yesid Guzmán Triana, del CTI, le entregué una carta que el Fiscal me envió a la cárcel de La Dorada, donde me ofrece $300 millones para no decir nada, para que no lo involucre, además de una sim card donde me comunicaba con él. Pero este proceso lo estaba dilatando la Fiscalía Sexta Especializada delegada ante el Tribunal Superior de Ibagué, esas pruebas se perdieron, nunca aparecieron en el archivo y no hay registro de que hayan llegado a la Fiscalía”, manifestó.
No obstante, fuentes de la Fiscalía en Bogotá le dijeron a EL OLFATO que la investigación en contra del fiscal especializado Diego Fernando Durán la asumió otro fiscal, pero directamente en la capital de la República.
