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Desde las 7:00 de la mañana del viernes, un grupo de hombres y mujeres, integrantes de las cuadrillas de atención vial de la Secretaría de Infraestructura de Ibagué, comenzó la difícil tarea de eliminar los montículos de concreto que permanecieron durante muchos años sobre el puente de la calle 60.
No fue una tarea fácil. Los residuos de concreto, que arrojaron las mezcladoras que transitan a diario por esta zona de la ciudad, alcanzaban una altura de 20 centímetros.
Pasaron toda la mañana, con picas y barretones, rompiendo pedazo a pedazo la mezcla de cemento, grava, arena, aditivos y agua. «Las empresas que venden concreto (en Ibagué) son las que deberían estar haciendo esto«, dijo fuerte un obrero, mientras golpeaba con fuerza la masa gris. (Ver: Los peligrosos montículos del puente de la calle 60)
«Hay unos que son más gruesos que otros, entonces por eso ha sido la demora», comentó Madeles Bornaceli, una robusta operaria, que se protegía con una gorra y una camisa de hombre, de manga larga, de las altas temperaturas del mediodía ibaguereño.
A su lado, otros obreros reparaban los tramos más deteriorados de la vía, para aplicarle asfalto y hacer lo que la secretaria de Infraestructura, Sandra Rubio, denomina «mantenimiento preventivo».
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“Quiero informarle a la comunidad ibaguereña que ya se le ha solicitado a las diferentes concreteras de la ciudad que informen su protocolo de despacho y traslado de sus materiales”, indicó Rubio.
En la tarde, aplicaron el asfalto y los trabajos terminaron pasadas las 7:00 de la noche.
