El alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, está pasando un mal momento a raíz de una grave denuncia que hizo un grupo de empresarios de la ciudad sobre el oscuro comportamiento de un alto funcionario de la administración municipal.
Los denunciantes, cansados de las exigencias directas e indirectas de un secretario de despacho, decidieron buscar una reunión con el mandatario local para contarle sobre las andanzas del servidor público, quien hace parte del grupo de colaboradores que trajo de la capital del país.
Los empresarios, sin rodeos, le dijeron al alcalde Jaramillo que ese secretario les había hecho exigencias económicas para «moverles» sus proyectos en su dependencia.
Sin embargo, la delicada denuncia no tomó por sorpresa a Jaramillo. Él había sido informado, con anterioridad, del comportamiento indecoroso de su colaborador pero no le había dado mucha credibilidad a la fuente inicial, que resultó ser una asesora de la misma Alcaldía de Ibagué, quien pidió que su nombre se mantuviera en reserva.
El alcalde Jaramillo no aceptaba que dentro de su gobierno, que pregona ser transparente, existiera un funcionario de alto nivel haciendo cobros indebidos.
Por esa razón, la asesora de la administración tuvo que convencer a los empresarios para que fueran hasta el despacho del alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo y le contaran lo sucedido.
Estos hechos ocurrieron a mediados del mes de julio e, inexplicablemente, el cuestionado secretario de despacho continúa en el cargo.
«Nadie sabe por qué Jaramillo lo sostiene en el cargo. Ambos han trabajado juntos hace muchos años. Lo único que se sabe es que desde ese momento para acá, el Alcalde siempre lo trata de mentiroso, mitómano e inepto«, aseguró otra fuente de la Alcaldía de Ibagué, que también pidió no ser identificada.
Este portal no hace público el nombre del secretario cuestionado, porque los denunciantes anunciaron que en las próximas horas presentarán el caso -con pruebas- ante la Fiscalía General de la Nación.