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El alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, reconoció que entre sus funcionarios hay tráfico de influencias para adelantar trámites en la Secretaría de Tránsito, una conducta tipificada como delito en el Código Penal.
Jaramillo, al hacer un llamado de atención público a los empleados de la administración local, dijo que ha sorprendido a varios funcionarios fuera de sus sitios de trabajo en horas laborales y que algunos de ellos se han desplazado hasta el norte de la ciudad, para servir de «intermediarios» en la Secretaría de Tránsito.
“Yo a cada rato me asomo a la ventana y veo a un poco de funcionarios con el carnet de la Alcaldía, andando por ahí; algunos me los encuentro de intermediarios en Tránsito, allá me tocó regañar a uno. Le dije: ¿Usted qué está haciendo? ¿Acaso usted no trabaja con la administración? ¿Usted que está haciendo por aquí en Tránsito?», aseguró el Alcalde.
Sin embargo, Jaramillo no mencionó el nombre del servidor público que incurrió en esa falta ni confirmó si lo denunció ante la Oficina de Control Interno, como es su deber.
El artículo 411 del Código Penal, establece una pena de cinco a 12 años para los servidores públicos que utilicen indebidamente, «en provecho propio o de un tercero, influencias derivadas del ejercicio del cargo o de la función, con el fin de obtener cualquier beneficio de parte de servidor público en asunto que éste se encuentre conociendo o haya de conocer«.
Lo que sí dijo es que, para él, llegar tarde al trabajo o ausentarse de su oficina sin ninguna justificación se convertía en un acto de corrupción.
«¿Si yo tengo que estar a las 7:00 de la mañana, y llego a las 8:00 de la mañana o llego a las 9:00, a mi trabajo, ¿Qué estoy haciendo? Soy corrupto porque le estoy robando a toda la sociedad que es la que me paga a mi para ser un buen funcionario«, resaltó el mandatario.
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Después, el burgomaestre quiso bajarle el tono a su denuncia y advirtió que no quería «condenar a nadie, porque nadie está exento de cometer un error, tener un problema en la vida, y estar en condiciones complejas».
Mal de siempre
La Secretaría de Tránsito de Ibagué ha sido una dependencia inmanejable para muchos alcaldes. Desde el 8 de enero de 2016, Jaramillo aseguró que en esta Secretaría se presentan actos de corrupción porque muchos usuarios prefieren entregar coimas para agilizar sus trámites.
“Aquí no hay administración y el servicio es anárquico porque todo el mundo se siente mal atendido, la coima y el dinero por debajo de la mesa ha sido excesivo”, expresó Jaramillo durante una visita sorpresa a la Secretaría de Transito, recién posesionado en el cargo. (Ver: Secretaría de Tránsito cambia su horario de atención al público en el gobierno de Jaramillo)
Han pasado pasado 20 meses de la administración del alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo y, parece, que las cosas no han cambiado en la Secretaría de Tránsito. Ahora, no solo hacen ‘vueltas’ los famosos tramitados sino también los funcionarios de la Alcaldía de Ibagué.
