El alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, tomó la decisión más difícil del inicio de su gobierno: escoger como gerente del IBAL a Alberto Girón.
Su designación generó revuelo en la ciudad porque él, cuando ocupó la gerencia del IBAL, en la administración de Jesús María Botero, compró los 4.7 kilómetros de tubería que quedó abandonada en un lote en el sector de Coello Cocora.
Jaramillo defendió su nombramiento recordando que los tubos no se utilizaron porque el consorcio Acualterno no construyó la red de conducción y, cuatro años después de haberse suscrito el contrato, se liquidó por recomendación del ministerio de Vivienda.
Agregó, que a él lo “sacaron” de la gerencia del IBAL precisamente por oponerse a ese contrato que se ganó posteriormente Acualterno, y que el tiempo le dio la razón.
Dicho contrato, que dejó el exalcalde Jesús María Botero, terminó convertido en un problema legal para Luis H. Rodríguez y la defensa del consorcio Acualterno la asumió el polémico abogado Orlando Arciniegas, quien pretendía que el valor del proyecto pasara de 6.000 a 18.000 mil millones, a lo que se opuso radicalmente el Gobierno Nacional.
El mandatario resaltó que Alberto Girón compró estos insumos a través de una subasta inversa y le ahorró al IBAL cerca de 2.000 millones, que estos hechos ya fueron investigados “hasta la saciedad” y que la tubería aún está en buenas condiciones, según lo certificó la firma fabricante.
Era el más experto y fue avalado por el Gobierno Nacional
Despejado el cuestionamiento sobre la compra de los tubos, Jaramillo reveló que en el concurso de méritos que adelantó en diciembre, el ingeniero Girón fue el mejor calificado por sus conocimientos técnicos y su trayectoria profesional, no solo en el Tolima sino en Bogotá. “Fue la persona que más sapiencia tuvo sobre el tema acueducto y lo hay que hacer con el acueducto”, insistió.
Además, aseguró que el ministerio de Vivienda y Findeter coincidieron en que este nombramiento era el más acertado.
“No queremos hacer nada a espaldas del Ministerio y nada a espaldas Findeter porque son nuestro aliados estratégicos para solucionar el problema del agua. Ellos nos van a aportar no solo los recursos que vamos a necesitar sino el aporte técnico”, anotó el alcalde.
El pronunciamiento lo hizo desde el barrio La Gaviota, a donde llegó con el equipo del IBAL y Cuerpo Oficial de Bomberos para instalar uno de los 70 tanques que consiguió con la empresa Aguas de Manizales.
Girón y Jaramillo tendrán su primera reunión con el ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, el próximo 14 de enero en Bogotá, para iniciar la más importante misión de este gobierno: resolver el problema de agua de Ibagué.