“Es importante que llegue a la Universidad porque para nosotros todos los temas relacionados con el conflicto, con la violencia, con todo el proceso de reintegración, con todos los elementos que en estos momentos se están moviendo alrededor del mismo posconflicto significan unos derroteros en términos de investigación y de formación para nuestros estudiantes. Es un tema de pertenencia social, cultural, académico”, puntualizó Mónica María Molina Garzón, directora del programa de psicología de la Universidad San Buenaventura.
Ahora, no sólo la comunidad universitaria podrá hacer uso de estos 22 informes que estarán en la biblioteca de la San buenaventura, a partir del 19 de abril. El objetivo, según explicó esta funcionaria, es que todos los ibaguereños puedan visitarlo y consultarlos. No sólo con fines académicos, también por interés general y para saber todo el daño que ha causado la guerra durante décadas.
“Estos documentos están abiertos al público para cualquier consulta, no se puede solicitar en préstamo, pero sí pueden venir y sacar toda la información que necesiten. Es muy importante promover este tipo de lectura”, indicó Molina Garzón.
Entre los 22 informes se encuentran hechos violentos que marcaron la historia nacional, como fue el caso de las masacres de El Salado, El Placer y Bojayá, entre otras.
Los horarios de consulta son de lunes a viernes de 8:00 de la mañana a 12:00 del mediodía y de 2:00 a 6:00 de la tarde. La Universidad San Buenaventura se ubica en la calle 17 número 2 – 57, contigua a la Parroquia San Roque.
Un archivo para no olvidar
Desde el 2011, gracias a la Ley 1448 o Ley de Víctimas, se ordenó al Centro Nacional de Memoria Histórica constituir un archivo con documentos originales o copias fidedignas referidos a las graves y manifiestas violaciones de derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario, ocurridas con ocasión del conflicto armado.
Desde ese momento han hecho un trabajo incansable para retratar los hechos victimizantes ocurridos por el conflicto armado interno Colombia y así aportar a la dignificación de las víctimas.
Pero no sólo se trata de documentos escritos, según explica en su página web el Centro Nacional de Memoria Histórica, los interesados pueden encontrar desde “entrevistas, cartas, manuscritos, noticias de prensa, televisivas y radiales, materiales desarrollados en talleres de memoria, fotografías, cantos, audiovisuales, libros, revistas, piezas comunicativas y copias de expedientes judiciales, compartidos por líderes comunitarios, organizaciones sociales, entidades públicas, investigadores del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y ciudadanos con documentos de interés”.
De hecho, uno de sus mecanismos de divulgación son las universidades, principalmente las públicas, por eso la importancia de que haya decido donar una colección completa sobre el conflicto armado en Colombia a la San Buenaventura.