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Cada hora se complica más la situación del hospital Federico Lleras Acosta. La sala de partos fue cerrada y las embarazadas tienen que ser remitidas al Líbano, Lérida, Armenia o Girardot donde pueden tener a sus hijos, dijo el médico ginecólogo – oncólogo, Yesid Sánchez, coordinador del área de ginecobstetricia del centro asistencial.
Explicó que en el hospital atendían en promedio 180 partos y 150 cesáreas mensuales que no pueden ser cubiertas por la Clínica Tolima y la Clínica SaludCoop, razón por la cual hay que enviar a las pacientes a municipios del norte del departamento y regiones vecinas.
Dice que está vinculado hace 15 años al Federico Lleras y que, sin duda, esta es la peor crisis que ha enfrentado el hospital porque hay una cadena de errores que inciden en la contratación de personal y en la compra de los insumos necesarios para garantizar la prestación de los servicios de salud.
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También se pronunció la ginecóloga Adriana Gómez, quien reprochó la decisión del gerente del hospital, José Raúl Reyes, de cerrar la sala de partos sin importarle las consecuencias sociales y humanas de impedir el nacimiento seguro de los niños en el Tolima.
Gómez preguntó: “¿Cuántas muertes se necesitan?” para que garantice la seguridad del binomio madre-hijo.
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Despidos masivos
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El gerente del hospital Federico Lleras Acosta, José Raúl Reyes, publicó un comunicado en que anuncia el despido masivo de empleados aunque no precisa cuántos trabajadores saldrán a partir del próximo 31 de agosto.
El documento dice: “Al personal con nombramiento provisional en la planta de personal y supernumerario, se le recuerda que este nombramiento termina automáticamente el 31 de agosto”.
