La Contraloría de Ibagué emitió una de las decisiones más duras contra la administración el exalcalde Luis H. Rodríguez, precisamente a cuatro días de haber terminado su periodo de gobierno.
El ente de control fiscal detectó un presunto detrimento patrimonial en el IBAL por $5.535.610.536 por la pérdida de agua potable no contabilizada durante la vigencia 2014, y por el que tendrán que responder tres directivos de la empresa, entre ellos, el exgerente Carlos José Corral.
Durante ese año, explicó la Contraloría, la pérdida de agua potable y el índice de agua potable no contabilizada se incrementaron, mientras que el volumen facturado disminuyó, lo que representa un detrimento patrimonial para la empresa.
Conforme lo dispuesto por la Comisión Reguladora del Agua potable (CRA), los límites máximos permisibles de pérdida de agua potable no contabilizada no pueden ser superiores al 30%, sin embargo la auditoría realizada determinó que para la vigencia de 2014 el IBAL superó dicho porcentaje, arrojando un total de 8.721.024 metros cúbicos, de agua potable no contabilizada, lo que genera una pérdida por dicho concepto de $5.535.610.536.
Lo más grave es que este mismo desperdicio de agua potable continuó en el primer semestre del año 2015, también por negligencia de la empresa, como lo reconoció el exsecretario general del IBAL, Ricardo Arroyo. (Ver: No hay cómo atender emergencias de acueducto por negligencia del IBAL)
El exfuncionario, en abril del año pasado, aseguró que la empresa no pudo evitar la pérdida de miles de metros cúbicos de agua potable sencillamente porque no tenían un contratista que atendiera los daños en la red de acueducto. (Ver: Les tocó tomarse la vía Ambalá y bañarse en la calle para llamar la atención del IBAL)