Perros y gatos de diferentes razas, tamaños y edades pasan sus días esperando en el Centro de Atención y Protección Animal de Ibagué una nueva oportunidad para amar y ser amados.
En su gran mayoría están allí porque llegaron al seno de un hogar que no supo comprenderlos o que simplemente perdió el encanto y decidió que la mejor opción era tirarlos a la calle. Otros llegan en los vientres de sus madres y permanecen allí durante meses en busca de una familia.
A pesar de lo dura que pueda ser la calle para estos ‘peluditos’, el destino mismo los premió con la posibilidad de llegar a esta lugar en donde les brindan abrigo, alimento, cuidados y mucho amor.
Algunos de ellos han llegado en situaciones deplorables, pues vivir a la intemperie, bajo la mirada indiferente de la gente y el maltrato, pasan una cuenta de cobro bastante alta. Sin embargo, el equipo de profesionales y voluntarios que allí trabaja les ha devuelto la esperanza.
Con toda la paciencia del mundo, sin malas caras y con mirada compasiva allí los han curado y preparado para enamorar a quienes los visitan.
Son intuitivos, condiciones propias de su especie, saben que quienes se acercan allí van dispuestos a encariñarse con alguno para brindarle el calor de hogar que una vez perdieron o que hasta ahora nunca han podido conocer. Por ello, los reciben con ladridos, saltos y colitas moviéndose de un lado a otro.
Si usted quiere incorporar un nuevo miembro a su familia no dude en ir al CAPA y adoptar. Si desde ya quiere enamorarse de algunos de los perritos que están esperando por usted, tenga plena certeza de que solo encontrará gratitud, cariño y fidelidad en estos animalitos.