El debate electoral en Colombia ha trascendido de manera interesante, pasando del debate de las ideas y la argumentación a despertar en los jóvenes interés por participar y de estar en el tema principal de opinión desde las redes sociales, las aulas de clases, en la cafetería y entre familias; generando todo tipo de reacciones. Bienvenido el debate, pero que este sea sobre la base del respeto y la sana argumentación.
La evidente polarización de los sectores políticos ha generado temores sobre un posible fraude electoral en Colombia y no es para menos, cuando hace poco el país se enteró que al Partido Político MIRA en una sentencia del Consejo de Estado le ordenara al Consejo Nacional Electoral entregar las credenciales a 3 de sus senadores después de 3 años y medio. Ahora bien, analizando esta decisión se pueden identificar algunos puntos importantes:
- Para las elecciones a corporaciones públicas Congreso de la República las actas E-14 en la cual los jurados consignan el número de votos de cada uno de los partidos, al ser manual; lamentablemente se presta para sumatoria doble, lo cual no permite en muchas ocasiones computar la verdadera intención de voto.
- En las elecciones del 2014 el contrato del software con el que se realizó el cómputo total, no venía programado para ser revisado por los entes de control, lo cual impidió que se comprobara un fraude con el software. En este caso se ha hecho el llamado para que el software tenga las herramientas mínimas para verificar el escrutinio.
- El Consejo de Estado, concluyó que para que exista mayor transparencia en los escrutinios, se envíen de manera inmediata a los partidos políticos los archivos planos de las actas E-14 y E-24 para que estos a su vez puedan reclamar a tiempo sus objeciones al respecto.
Este es un problema reiterativo en elecciones para Congreso, y si no se toman medidas respectivas, seguramente las tendremos para la elección de Concejos y Asambleas en 2019. Sin embargo, la alerta baja en elecciones presidenciales, especialmente en segunda vuelta, cuando no se tienen un sinfín de candidatos (para Congreso cada Partido puede inscribir más de 260) sino solamente 2 opciones. Es decir que no se corre el riesgo que se computen los resultados de los menos votados a los que necesitan pasar “raspando” el umbral.
Es decir, el escrutinio de la segunda vuelta será una logística más fácil, no obstante el rol de la veeduría ciudadana es fundamental para que no se presenten inconsistencias en los conteos. Para ello existen diversos actores en el proceso que pueden garantizar unas elecciones transparentes, como los jurados de votación y los testigos electorales. Quienes en su mayoría son ciudadanos convocados a cumplir con un deber constitucional. Así mismo, cualquier votante puede denunciar hechos fraudulentos ante la Registraduría y el Ministerio público, los cuales deben ejercer su función de manera eficiente, con transparencia y contundencia contra el fraude.
Se acerca una segunda vuelta en la que definiremos el nuevo presidente del país. Momento clave para defender la democracia y definir el gobierno que regirá cuatro años, los intereses de nuestro país. Es por ello que invitamos a todos nuestros lectores a escoger a conciencia y a librar el justo debate dentro del respeto.
La política debe llevarnos a consensos y no a la generación de conflictos. Es por ello que en nuestra apuesta como Partido MIRA, desde nuestra independencia hemos apostado por una metodología que ha sido vanguardista en nuestro país, que es firmar Acuerdos Programáticos para el apoyo de los programas de Gobierno.
Comenzamos en 2015 con las elecciones locales y departamentales; y ahora lo hicimos para la Presidencia. Estos Acuerdos consisten precisamente en consolidar propuestas que beneficien a todos los colombianos, sin comprometer nuestros fundamentos ideológicos o posturas éticas. Esta es una forma efectiva de contrarrestar la polarización y de generar propuestas fuera de las pugnas y celos políticos, que a la larga terminan en ataques personales.
También nos da la oportunidad de hacer control político en el caso que estos compromisos no se cumplan, todo ello expuesto de manera transparente ante nuestros votantes y ante la comunidad en general. Consideramos que esta metodología es un avance importante en el fortalecimiento de nuestra democracia. Los colombianos debemos generar consensos para trabajar por el país.