En días pasados a través de este medio, el ex senador por el Partido Liberal, Mauricio Jaramillo Martínez sorprendió con la afirmación de que el alcalde Luis H. Rodríguez, era un hombre transparente, pero poco eficaz – garrote con una mano, zanahoria en la otra-. Lástima que no tuvo esa misma percepción, a la hora de tomar la decisión de avalarlo.
Hoy se ven las consecuencias, cuando los jefes liberales se sienten “traicionados” por un mandatario que recibió el respaldo de ese partido para alcanzar la Alcaldía de la ciudad, pero que ahora mueve sus fichas y reparte puestos con otros, especialmente con el Conservador que es el suyo.
Al comienzo de la historia los conservadores también se sintieron “traicionados”, con un candidato de su partido, que se lanzaba a la Alcaldía de Ibagué como un liberal. El inefable juego de la política.
Pero a la final, a nosotros los gobernados no nos interesa el color político del mandatario, lo que importa es que cumpla a cabalidad con el plan de gobierno trazado y sepa llevar la ciudad por buen camino y por ese mismo camino la calidad de vida de todos los ibaguereños.
Lastimosamente con más de dos años de gobierno, lo que menos ha mostrado Luis H. Rodríguez es eficiencia y transparencia a la hora de gobernar. Entiéndase eficiencia como “la capacidad para cumplir o realizar una función”.
La ineficiencia ya está cantada y la transparencia “mantener comunicación e información con sus gobernados”. Sobre este particular, muchos nos hemos sentido frente a un mandato “autista”. Falta transparencia a la hora de conformar su equipo de trabajo, al no cerciorarse de sus verdaderas capacidades.
Delegar a quién no tiene cómo responder frente a la responsabilidad misma de un cargo, entre muchas otras situaciones. La Corrupción se la dejamos a los entes de control, que lastimosamente ni se oyen, ni se sienten.
Dolorosa por no decir menos, resulta la miopía de nuestra clase política, al no asimilar que a la ciudad no le sirve un político administrándola. Ibagué urge de un(a) gerente, un hombre o una mujer de mucha visión, con capacidad de darle la cara a los conflictos y problemas propias de una gestión pública.
Por eso, resulta por demás injusto pedirle al primer mandatario de los ibaguereños que se comporte como tal. No tiene ni el conocimiento, ni la experiencia para hacerlo. Y ahí están los resultados.
Si el alcalde fuera transparente, diría no puedo con este cargo, no me alcanza el compromiso, es escaso mi sentido de pertenencia para con la ciudad y ante todo en los 10 años que intenté llegar a la Alcaldía no me capacite para gobernar, solo deseaba registrar en mi hoja de vida, que había sido Alcalde de Ibagué.
A estas alturas resulta muy desalentador que el Alcalde con el sol a las espaldas, no tenga resueltas la gran mayoría de sus promesas de campaña, y por el contrario lo ronden los escándalos como el de las fotomultas, el Imdri, el riesgo de no realizar los Juegos Nacionales, por mencionar los más recientes.
Así las cosas señor Mauricio Jaramillo Martínez, Luis H. Rodríguez ni es eficiente, ni es transparente con la ciudad. Ojalá en la próxima ocasión busquen dar el aval a una persona que tenga un perfil claro y definido, con las competencias básicas para desempeñar el cargo.
En ese caso la poca transparencia comienza por ustedes, que sabiendo las carencias de los potenciales candidatos, notorias y visibles desde siempre, se empeñen darle el aval, con el riesgo de que si resulta elegido, se sentará a contemplar el total rezago de la ciudad que es inversamente proporcional al incremento de su patrimonio personal.
Mientras tanto ustedes dándose golpes de pecho en los medios de comunicación. Como sufrimos los ibaguereños con esta clase política. No hay derecho.