Al menos 500 visitas diarias ha perdido la Biblioteca Darío Echandía en los últimos cinco años. No es un secreto que con motivo de la incursión de las nuevas tecnologías y la fácil accesibilidad a los libros electrónicos, son más los migrantes digitales y menos quienes gustan de hacer una consulta entre los tradicionales anaqueles. Ante esto, estrategias como la reducción en costos de afiliación, ajustes en las colecciones bibliográficas y nuevos servicios, han sido implementadas en la biblioteca insigne de la ciudad para conservar y atraer a nuevos usuarios.
Con más de 30 años de funcionamiento, la Biblioteca Darío Echandía ha trabajado por incentivar la cultura lectora en los ibaguereños. Sin embargo, en el último tiempo, ha tenido que innovar en materia de fortalecimiento de la programación cultural y ofrecer otros beneficios con motivo de la migración digital que les ha robado entre 300 y 500 visitas a diario.
De acuerdo a Javier Antonio Velasco, director de la Biblioteca Darío Echandía, el comportamiento de los usuarios ha cambiado. «Hace cinco años, llegaban a la biblioteca entre 1.000 y 1.200 usuarios diariamente. A la fecha, hay un registro de unos 700, e incluso algunos días solo llegan 300”.
Tras consultar el informe de programación cultural emitido en 2014 por la biblioteca, se evidencia que, dentro de los servicios que presta, la consulta de colección bibliográfica presencial ha presentado una disminución progresiva. En 2011, 189.991 personas consultaron las diferentes colecciones, pero ya en el 2015 la cifra solo llegó a 157.063. El 70 % de estos visitantes son estudiantes de colegios y universidades, y las materias de mayor consulta son Literatura, Derecho y Sistemas. En general, servicios como el préstamo de salas, exposiciones de arte, talleres y visitas a la sala infantil se consolidan como los de mayor afluencia.
Afiliados aumentan
Desde el año 2012, se ha presentado un incremento de entre 100 y 200 afiliados anuales, incluyendo renovaciones y nuevos registros. Para ese año, existían 1.293 usuarios adscritos a la Biblioteca, mientras que en el 2014 la cifra aumentó a 1.736, y en 2015 se registraron 1.794 afiliados.
Dada la reducción permanente de visitas, las 28 bibliotecas adscritas a la Red de Bibliotecas del Banco de la República, entre las que se encuentra la Darío Echandía, han tenido que emprender acciones innovadoras ajustando sus colecciones bibliográficas y ofreciendo nuevos servicios.
En cuanto a tarifas, Velasco señala que se ha implementado una nueva categoría de afiliación para adultos mayores y niños. “Tenemos beneficios especiales para personas que pertenecen al sisben. Solo deben pagar $3.000 al año, precio que también aplica para los niños y personas de la tercera edad. Esto últimamente ha movido mucho la asociación”.
Otras categorías ofrecidas al público son: estudiantil, por alrededor de $30.000; familiar, por $70.000; y empresarial, por $200.0000. La afiliación incluye el préstamo de libros solicitados a cualquier otra biblioteca adscrita a la Red de Bibliotecas del Banco de la República durante de 15 días.
Entrar en la era digital
Según Velasco, actualmente se está realizando un estudio desde la Biblioteca Luis Ángel Arango en Bogotá para identificar y definir la vocación lectora y las preferencias de los usuarios en cada región: «Así sabremos qué material puede descartarse y qué intercambios pueden hacerse con otras bibliotecas. Por ejemplo, aquí en Ibagué tenemos 80.000 libros de los cuales 30.000 no son consultados con frecuencia”, afirma Velasco.
Por tal motivo, a dicho estudio se suma la modernización de los kioscos digitales, donde existen equipos de cómputo con bases de datos, libros electrónicos y herramientas de Office. De acuerdo con el director, todo esto hace parte de las nuevas formas de aprovechamiento de la biblioteca no solo como fuente bibliográfica, sino como espacio de aprendizaje.
“Aunque las bibliotecas nos estamos transformando a nivel digital teniendo más libros virtuales en nuestras colecciones, no es lo mismo leer en una ‘Tablet’ o en un dispositivo móvil que tener una relación física con el libro. Con él se tiene un contacto, y si es propio, se puede subrayar y escribir, lo cual hace que exista un ejercicio de lectura diferente”, dijo Velasco.
Lo cierto es que través de redes sociales, publicidad y medios de comunicación locales y universitarios, la Biblioteca Darío Echandía está dando a conocer la diversa programación cultural, así como nuevas colecciones bibliográficas y promociones para sus usuarios.