El desorden administrativo con el que dirigieron a la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado, IBAL, durante estos cuatro años le pasó una costosa ‘factura’ a la ciudad.
La Superintendencia de Servicios Públicos descertificó al Municipio de Ibagué por no proporcionar la información que exige el Ministerio de Vivienda y en consecuencia, los más de $8.988 millones que se esperan de saneamiento básico y agua potable para el 2016, los ejecutaría la Gobernación del Tolima. (Ver: Ver resolución ‘secreta’)
Este hecho es lamentable, teniendo en cuenta que el Gobierno Nacional suele descertificar municipios de segunda, tercera y hasta cuarta categoría, pero no es muy frecuente que se imponga esta sanción a una de las 13 ciudades capitales más importantes del país como lo es Ibagué.
La resolución, de tres páginas, es del pasado 28 de septiembre, pero nadie en Ibagué la conocía. La empresa, como se volvió costumbre, mantuvo la información oculta hasta esta semana que una fuente de ELOLFATO.COM nos alertó de la existencia de esta medida. El IBAL ya interpuso recurso de reposición y en las próximas semanas podría haber una decisión de fondo.
El gerente del IBAL, Carlos José Corral, quien recientemente hizo su rendición de cuentas, omitió esta información tan importante. Tampoco le entregó copia de esta resolución al alcalde electo de Ibagué Guillermo Alfonso Jaramillo, informó Nayid Salazar, jefe de la comisión de empalme.
Llama también la atención que la resolución sancionatoria ‘secreta’, que tampoco ha sido publicada en la página web de la Superservicios, la firmó el superintendente delegado para Acueducto, Alcantarillado y Aseo, Jorge Andrés Carrillo Cardoso, quien fue asesor del IBAL y estuvo involucrado en el proceso que permitió la contratación de la empresa Presea, que asumió durante el año 2013 la gestión comercial de la empresa con pésimos resultados.
¿Por qué descertifican al Municipio?
Según la resolución de la Superservicios, el IBAL no proporcionó a tiempo información sobre el pago de subsidios correspondientes al año 2014, no cumplió con la puesta en funcionamiento del Fondo de Solidaridad y Redistribución de Ingresos (FSRI) y no aplicó la estratificación definida por el Departamento Nacional de Planeación.
El Ministerio de Vivienda, que hace seguimiento a la ejecución de los recursos del Sistema General de Participaciones, reportó este incumplimiento a la Superintendencia de Servicios Públicos. Esta última entidad, facultada para imponer las sanciones, procedió a descertificar al Municipio de Ibagué. (Ver: ¿Viceministra de Aguas ya no cree en las promesas de la Alcaldía de Ibagué y el IBAL?)
El IBAL es una de las empresas de servicios públicos más cuestionadas por el Gobierno Nacional, tanto así que un alto funcionario, que pidió no ser identificado, aseguró que “esa empresa la han manejado con los pies”. (Ver: Por falta de gestión, recursos del acueducto alterno de Ibagué se irían para La Guajira, dice MinVivienda)
Y razones han tenido para pensar así. Recordemos que por negligencia de los directivos del IBAL por poco se pierden los recursos que tiene reservados el Ministerio de Vivienda, desde hace cuatro años, para el acueducto alterno y esta semana se sabe si el Ministerio de Hacienda oficializa la pérdida de $860 millones que se asignaron hace dos años para reforzar la bocatoma del IBAL sobre el río Combeima. (Ver: Ibal perdería $860 millones por negligencia)
Por su parte, el alcalde Luis H. Rodríguez ha felicitado a los directivos del IBAL por su gestión. El pasado primero de diciembre, durante el acto de rendición de cuentas de la empresa, dijo que «no ha habido un Alcalde que haya hecho tanto por la ciudad» y entre sus logros destacó que sometió la empresa a un proceso de transformación por lo que es hoy una entidad “totalmente diferente, muchísimo mejor de como yo la recibí”. (Ver: No ha habido un Alcalde que haya hecho tanto por la ciudad)